¿Qué hacer cuando mi hijo sufre bullying?
Si bien el fenómeno del acoso escolar entre compañeros no es nuevo ya que lleva sucediendo desde muchas décadas atrás, apenas hace algunos años se le designó con el nombre bullying.
Lo primero que debemos hacer como padres es detectar qué situaciones son consideradas como bullying, pues al tratarse de un tema delicado, no deberíamos confundir cualquier acción que no sea precisamente positiva bajo el concepto de bullying, esto podría contrarrestar el verdadero sentido de alerta de una situación realmente grave.
El bullying puede hacer que las actividades comunes y corrientes como salir al recreo, comer lunch y esperar a que lo recojan del colegio, se vuelvan situaciones muy complejas para quien es víctima de ello, esto puede traer cicatrices emocionales o físicas a corto, mediano o largo plazo.
Una vez que como padres sepamos distinguir los aspectos que conllevan a situaciones de bullying, podremos actuar de la mejor forma para apoyar a nuestros hijos si fueran víctimas de ello.
¿Cómo detectar el bullying?
Es común que entre niños se hagan bromas, burlas o desplantes en algún momento. Y generalmente no es dañino cuando se hace de una manera lúdica, amigable y mutua, y ambos niños lo encuentran divertido.
Pero cuando las burlas se vuelven hirientes, desagradables y constantes, cruzan la línea hacia la intimidación y deben detenerse.
Es bullying cuando se dan las siguientes 3 condiciones:
- Ciertas acciones o actitudes se vuelven un tormento intencional de forma física, verbal o psicológica: a través de redes sociales, extorsión, rumores, exclusión, golpes, empujones, insultos, amenazas y burlas, hasta extorsionar dinero y posesiones.
- Se repite varias veces contra el mismo niño en un periodo prolongado de tiempo (varias semanas)
- Hay una asimetría de poder evidente: el niño es más grande, fuerte, tiene más amigos o más influencia que el otro.
Es importante tomarse el acoso en serio y no simplemente ignorarlo como algo que los niños tienen que "resistir". Los efectos pueden ser graves y afectar el sentido de seguridad y autoestima de los niños. En casos severos, el bullying ha contribuido a tragedias, como suicidios y tiroteos en escuelas.
¿Por qué se da el bullying?
Los niños que bullean generalmente lo hacen porque esa es la forma en la que son tratados en casa y repiten lo que viven.
Los bulleadores son niños o jóvenes con baja autoestima disfrazada de violencia y bravuconería, que buscan atormentar a quien consideran más débil que ellos. Creen que tratando mal a otros ellos llenan huecos emocionales de los que carecen.
Si fueras padre de un niño bulleador es muy importante que se tomen medidas para corregir esto.
Los niños que son víctimas, por otro lado, suelen tener dificultades para leer el lenguaje no verbal o el contexto social y se les puede dificultar acercarse a otros niños.
Señales que debo considerar para saber si mi hijo está siendo víctima de bullying.
Las víctimas de bullying por lo general no se acercan a los padres para hacerles saber por lo que están pasando, incluso si llegaras a ver moretones u otras marcas visibles podrían inventar cualquier pretexto.
Estas son algunas señales que podrían indicar que tu hijo está siendo víctima de acoso.
- Actúan diferente a como suelen ser, malhumorados, temerosos, ansiosos
- Sus hábitos alimenticios cambian, comen menos o más de lo habitual
- No pueden dormir bien, las pesadillas son recurrentes
- No quieren hacer cosas que sabes que les encantan
- Ponen pretextos para no ir al colegio
- No hacen contacto visual
- Están a la defensiva
- Notas con frecuencia que traen moretones u otras marcas en su cuerpo
¿Qué hacer si mi hijo sufre bullying?
Si sospechas que tu hijo está siendo víctima de acoso y se resiste a abrirse, puedes buscar algunas formas de plantear el problema.
Por ejemplo, ver una película o hacer un juego replicando una situación de violencia y preguntarle ¿qué opina? ¿cómo actuaría ante esa situación? y otras preguntas del estilo que te vayan dando pauta para poder preguntarle directamente si está pasando por una situación similar.
Si logras que se abra y acepte la situación, hazlo sentir seguro y protegido. Agradécele por confiar en ti y abrirse y hazle saber que tú lograrás que esta situación pare.
Si no logras esta apertura pero tu sospecha continúa, acude con un psicólogo o profesionista que te apoye.
Pero es importante aconsejar a los niños para que no respondan al acoso con peleas o acoso. Puede convertirse rápidamente en violencia, problemas y que alguien resulte herido. En cambio, es mejor alejarse de la situación, pasar el rato con otras personas y contárselo a un adulto.
Aquí hay algunas otras formas de aconsejar a los niños para que puedan mejorar la situación con su agresor y sentirse mejor:
- Restablecer su seguridad
- Pide al agresor con firmeza y claridad que se detenga y aléjate
- Ignorar los comentarios hirientes, como actuar sin interés. Al ignorar al acosador, estás demostrando que no te importa. Con el tiempo, es probable que el acosador se aburra de intentar molestarte.
- Dile a un adulto de confianza que sabes que creerá lo que le dices... Los maestros, directores y padres pueden ayudar a detener al agresor.
Lidiar con la intimidación puede dañar la confianza de un niño. Para ayudar a reconstruirlo, anima a tus hijos a pasar tiempo con amigos que tengan una influencia positiva, la participación en clubes, deportes u otras actividades agradables que fortalezcan su confianza y lo acerquen con un círculo de amigos con intereses en común.
Presta atención a las situaciones difíciles, pero también promueve momentos en los que te cuenten las cosas buenas de su día. Asegúrate de que sepan que crees en ellos y que harás lo que puedas para abordar cualquier situación que no sea buena para ellos.
Por Liz Chavarín