El tiempo es tan fugaz... que tengo miedo de no haberte sostenido un rato más
Un día no necesitarás que te besen la rodilla adolorida ni de mis abrazos antes de acostarte.
Y yo recordaré las veces que deseé mis noches de regreso y me daré cuenta de que al final las obtuve.
Dejarás de correr a nuestro cuarto por la mañana, a veces antes del amanecer. Dejarás de meterte en las sábanas y exigir que nos levantemos.
En cambio, me despertaré y estarás en la cocina, vertiendo leche en tu cereal tú solito.
Entonces te miraré y me daré cuenta de que las cosas son mucho más fáciles ahora, y de alguna manera también más difíciles
Pero espero que mi niño siga necesitando a su mamá.
Dejarás de llamarme en medio de la noche, no sabré cuándo será la última vez que vendrás corriendo.
No me dirás que me amas cinco veces al día. Espero que todavía me lo digas, pero no será con esas manitas en mis mejillas
No lo harás.
Y eso está bien.
Pero espero que mi niño siga necesitando a su mamá.
Un día soltarás mi mano y me dirás que puedes caminar el resto del camino a la escuela por tu cuenta. Me darás un abrazo que nunca durará lo suficiente.
Entonces, un día, serás un hombre con un bebé en brazos.
Yo te diré que es un alma vieja, como tú.
Sonreirás porque te estoy enseñando cosas sobre ti que no sabías y yo sonreiré porque me has estado haciendo eso durante años.
Entonces sabré que siempre necesitarás a tu mamá, pero de diferentes maneras.
Así que hoy me aferraré a esos preciosos abrazos.
Correré hacia ti en la noche siempre que llames.
Para que un día incluso cuando me necesites menos, sepas que estaré allí.
Texto y foto por @jessurlichs_writer