Las embarazadas gordas existen, sólo que no hay ropa para ellas
Si la ropa está hecha para adaptarse a ti y no tú a ella, ¿por qué las personas grandes siguen sin encontrar ropa tan linda como la de tallas pequeñas? ¿Por qué no hay ropa para embarazadas igual de bonita?
Las personas gordas también se embarazan, también se convierten en madres, también amamantan a sus bebés, pero no hay ropa para ellas, no hay tallas grandes de brassieres de maternidad, no hay blusas holgadas que destaquen su pancita, ni pantalones de maternidad que no les aprieten la barriga.
Vivimos en una sociedad donde ese sobrepeso no sólo las etiqueta como personas enfermas, también las invisibiliza cuando quieren ser madres o hacer algo que no está bien visto para esa talla, como ballet o yoga aérea.
A la gente no le gustan los gordos, y vaya que lo han demostrado con cosas como: intentar arreglar sus problemas recomendando dietas, cuando dicen que solo hay que echarle ganas, o que si se quitan la flojera van a cambiar su vida, su cuerpo, su futuro.
Cuando insisten en que tomen tés y pastillas que no las sacan del baño en días, cuando hacen chistes de gordos o cuando las asustan de que tendrán miles de enfermedades si no bajan de peso.
A las mujeres nos han enseñado que con kilos extra y lonjas, no encajamos en ningún lado, ni en la playa, ni en las bodas, ni tampoco a la hora de ser madres. Antes siquiera de pensar en la posibilidad de ser mamá, te piden que bajes de peso o nunca lo lograrás, y si lo haces, pobre de ti y te atrevas a subir más de 5 kilos durante el embarazo.
Esto lo sabemos todas, seamos gordas o no, y lo saben las marcas, que piensan que no hay embarazadas que necesitan lo básico, como ropa interior, un pantalón decente o una blusa, ya ni hablar de trajes de baño, vestidos de noche o bras de lactancia.
No solo se les hace creer que no merecen ser madres, y que sus hijos no deberían vivir la humillación de tener una mamá gorda, están invisibilizadas, como si la ropa de tallas extra ya fuera suficiente tela y no necesitaran más para la pancita o pantalones cómodos.
Las marcas que lo hacen son muy pocas y la mayoría de las tiendas están en Estados Unidos, en donde también solo hay 2 o 3 lugares para encontrar ropa. Las embarazadas tienen que buscar prendas que logren acomodarse a su nuevo cuerpo y usar bralettes por la falta de brassieres que se puedan abrir.
Afortunadamente algunas marcas deportivas han empezado a ver a las mujeres gordas, a las que están por arriba de la talla 16 y en las categorías arriba del XL, además las revistas de enero tuvieron en sus portadas mujeres curvys, y poco a poco estamos viendo la diversidad de cuerpos que nos hace tanta falta.
Así como hay flacos, altos y bajos, hay gordos, y te lo digo así, porque es un adjetivo calificativo que sin los prejuicios y las creencias que se le han agregado a la palabra, debería ser igual que decir pelirrojo. En un mundo ideal, esta palabra no debería causarnos angustia, ni mucho menos dolor. La digo con todo el respeto, de forma general, sin denigrar, ni cuestionar.
Te lo digo así, porque yo también lo vivo todos los días y estoy aprendiendo a aceptar mi cuerpo grande, he vuelto a comprar ropa como un acto de amor propio y he tenido que salir de varias tiendas sin pantalones que me queden y sin ropa linda porque no hay de mi talla, sintiendo lo que miles de personas han vivido por años y se han tenido que callar, porque ser gorda tampoco te da el derecho a reclamar tu cuerpo como tuyo.
Si estás embarazada y te cuesta trabajo encontrar ropa de maternidad de tu talla, alza la voz, cuéntanos de las tiendas que has encontrado, comparte, para que podamos hacer comunidad.
Aún falta mucho por hacer, porque la realidad es que habemos mujeres gordas, embarazadas gordas y mamás gordas, aunque traten de ocultarnos y nos presionen por volver a una talla socialmente aceptable.