Cómo manejar peleas entre hermanos según la edad
En cualquier momento los hermanos pueden pelear. Aún recuerdo cuando yo peleaba con los míos por cosas insignificantes, y lo que nos esperaban eran regaños como: “¡no le pegues a tu hermano!”, “dejen de arrebatarse los juguetes”, “para la otra no voy a hablar”.
Ahora como mamás podemos entender un poco más a las nuestras cuando nuestros hijos comienzan a pelear de la nada y entonces intentamos parar las peleas, pero ¿cómo podemos manejar las peleas entre hermanos según la edad de cada uno?
1. Cuando son peleas entre dos hijos toddlers (entre 1-3 años)
Lo primero que debemos saber es que ninguno de los dos está autorregulado y no tienen conciencia, más que de acción-reacción y no del otro como persona. Por eso no se recomienda decirles cosas como: “NO, porque lo lastimas” o “no porque no le gusta”. Esto no funciona, debido a que su función no era lastimar.
Lo ideal es que cuando estos hermanos se arrebatan las cosas o notamos que no la están pasando muy mal, evitemos intervenir. Esto les servirá para aprender un poco sobre el tema de posesiones y peleas alrededor de las posesiones.
No obstante, cuando empiezan a pelearse y están tristes, narremos lo que está pasando y si sentimos que están en peligro, entonces sí tenemos que separarlos y redireccionar la atención de ambos.
Cuando se lastiman unos a los otros tenemos que enseñarles límites, cómo expresar su enojo, como no se permite que le pegue a su hermano. Por ejemplo, si vemos que está inconforme podemos valorar su emoción diciéndole: “sé que estás enojado y para demostrarlo puedes cruzar los brazos, patear al aire, pero no pegues ni arrebates las cosas, mejor pide turnos”.
2. Toddler y preescolar
El problema principal en esta combinación es que los preescolares son más grandes (a partir de los 4 años), está centrada su atención, y para ellos es muy interesante el tema de crear y sentir el orgullo por su creación, mientras que los toddlers (1-3 años) están interesados en la exploración.
Entonces, el conflicto entre ambos es que el preescolar hace su creación y el toddler investiga qué hacerle a esa creación.
Como mamás lo primero que tenemos que hacer en este caso es prevenir. Lo mejor es cuidar que las actividades del preescolar se realicen cuando el toddler está ocupado en otra cosa.
En caso de que el toddler lastime al preescolar o viceversa, debemos poner límites y decirles qué hacer, es decir, guiarlos. Podríamos tratarlos igual para crear en el preescolar una sensación de justicia y equidad, y así no se quede con la idea de que los niños chiquitos pueden hacer lo que quieran porque son chiquitos.
3. Entre dos preescolares o entre preescolares o escolares
Cuando nuestros hijos se encuentran en este rango de edades primero tenemos que separarlos y calmarlos. Seguramente van a querer hablar los dos al mismo tiempo, pero podemos decirles: “sé que quieren hablar, los voy a escuchar pero primero necesitamos tranquilizarnos todos, respiraremos”.
Una vez que están tranquilos y puedan hablar un poco más, dejamos que hablen y que nos expliquen lo que pasó. Le damos turno a los dos y no dejamos que se interrumpan. Una vez que cada quien explica lo que pasó, le damos una oportunidad a los dos lados afectados para encontrar la forma de reparar lo que sucedió.
Muchas veces cuando no se puede reparar lo que pasó, tenemos que crear un compromiso de que para la próxima será diferente.
Fuente: Karen Zaltzman, Pedagoga especialista en crianza.