Lo que vivió tu mamá en sus embarazos puede afectar los tuyos
En cada embarazo, las dudas y los miedos de que algo malo pase llegan sin previo aviso y nos ponen los pelos de punta, y por alguna razón lo primero que hacemos es recurrir a nuestro árbol genealógico.
¿Cómo fue el embarazo de mi mamá? ¿Ha habido abortos en mi familia? ¿Mi hermana tuvo alguna complicación? Son cosas que corremos a investigar con la intención de sentirnos más seguras, porque de alguna forma creemos que lo que haya vivido nuestra mamá, hermana o abuela, nos pasará a nosotras.
Risa Klein, Enfermera Partera Certificada, trabaja con muchas mamás primerizas para ayudarles a superar sus miedos durante el embarazo y el parto, con el fin de empoderarlas. Ella se encuentra en Estados Unidos y comparte las respuestas a dudas más frecuentes que recibe de sus pacientes.
Descubrió que siempre había relación de los miedos con las experiencias de sus mamás como: Si mi mamá tuvo complicaciones durante el parto, ¿yo también las puedo tener?, mi mamá tuvo cesárea, ¿yo también tendré?, ¿puedo prevenir las complicaciones que ella tuvo?, si yo fui una bebé grande ¿mi bebé también lo será?
Por lo que sus consejos son:
- Si tienes miedo de que las complicaciones que tuvo tu mamá te sucedan a ti, primero hay que entender que pudieron haber sido muchas cosas las que pasaron ese día con ella, circunstancias como su estado de salud, su trabajo, si hizo algún esfuerzo. Es importante primero preguntar exactamente qué fue y si pudiera ser algo hereditario contigo. Una vez que sepas, es importante consultarlo con tu ginecólogo, así podrá guiarte respecto a tus miedos.
- Si tu mamá tuvo cesárea no significa que tú también la tendrás. Hay ciertas razones médicas muy específicas por las que un parto natural no puede suceder, por ejemplo problemas con la placenta. Pero si fue por cuestiones del tamaño de pelvis, -cuando el diámetro de la cabeza del bebé es más grande que el diámetro de la pelvis-, aún teniendo mismo tipo de cuerpo que tu mamá, el tamaño de tu bebé podría ser el adecuado para ti. Esto siempre te lo indicará tu médico, no te preocupes.
- En cuanto a las complicaciones que tuvo tu mamá, siempre hay forma de evitarlas llevando una alimentación saludable, hidratarte suficiente y teniendo chequeos médicos constantes, así como una comunicación abierta sobre tus miedos con tu médico. Algo que se recomienda también es ir con un quiropráctico para asegurarte que tu pelvis está alineada, esto le dará más espacio al bebé para descender correctamente.
- Si tú o tus hermanos fueron bebés grandes, o incluso tu esposo, no significa que tu bebé también lo será. Aunque puede haber conexiones genéticas en cuanto al tamaño de los bebés, realmente esto lo determina el tipo de alimentación que hubo durante el embarazo, alta en carbohidratos o azúcar, incluso una diabetes gestacional no diagnosticada. Pero un bebé grande no es algo que debería preocuparte, pues la mayoría de las veces están bien posicionados.
- Y por último, no olvides preguntarle a tu mamá lo que vivió en sus embarazos. Muchas veces no dicen todo lo que les pasó porque no quieren asustarnos, pero es importante saber puntos clave, si fue una cesárea, si tú o tus hermanos nacieron de pompas, si fue muy doloroso, cuántos kilos subió en su embarazo, cuánto tiempo estuvo en labor de parto, si estaba estresada o qué era lo que sucedía en ese momento de su vida.
Si hablar con tu mamá al respecto no te deja más tranquila con tus miedos, es importante que busques ayuda con tu médico o un terapeuta, ya que podrían sabotear tu experiencia durante el parto.
Recuerda que un parto preparado es un mejor parto.
Fuente: Risa Klein, Enfermera Partera Certificada / Información verificada por Karen Zaltzman, Pedagoga especializada en Crianza Consciente.