Qué tanto te debes involucrar en la tarea de tu hijo
Pensamos que puede ser un buen gesto resolver una multiplicación, de hecho creo que la mayoría de nosotros hemos llegado a terminar la tarea de alguno de nuestros hijos, o nos sentimos con la obligación de ayudarles.
Pero, ¿qué tan bueno es que lo hagamos?, ¿nuestros hijos aprenden mejor con nuestra ayuda?, ¿obtienen mejores calificaciones? La respuesta es no, de hecho investigadores en Estados Unidos han estudiado si la intervención de los papás en la tarea de sus hijos beneficia su rendimiento académico. Después de analizar a varias familias durante 3 décadas y 63 maneras distintas de participación de parte de los padres en la vida académica, descubrieron que los niños no se beneficiaban en nada de esto pues no subían las calificaciones, ni mucho menos su capacidad de comprensión.
Si queremos que nuestros hijos sean independientes y logren hacer las cosas por sí solos, - no importa si les sale mal, si lo dejaron a medias o si lo hicieron en 5 min.- tenemos que dejar que hagan las actividades solos, a su manera.
Cuando hacemos las tareas por ellos, les estamos quitando la oportunidad de aprender por sí solos y en consecuencia sus calificaciones se verán afectadas, así como su rendimiento escolar.
Lo que sí podemos hacer es acompañarlos, resolver sus dudas pero no imponer nuestro propio método de enseñanza, “como a nosotros nos enseñaron”, porque eso solo le creará más confusión pues les estamos diciendo que su maestra no sabe o está equivocada. El niño podría adoptar esta actitud en clase y le tomará más tiempo, así como esfuerzo, entender las lecciones.
La idea es que con los años, los niños puedan responsabilizarse por sus tareas y hacerlas solitos. No hagas las cosas de tus hijos pero sí revisa que las hayan terminado.
Cuál es la mejor forma de involucrarnos y ayudarles.
1. Tengan rutinas claras en casa para hacer la tarea, por ejemplo después de comer o llegando de la escuela.
2. Dale un lugar para trabajar libre de distracciones, con buena luz. Si vas a darle un escritorio, procura que al sentarse, sus pies estén tocando el piso y sus codos queden sobre la mesa cuando los dobla. Esto es importante para su postura así como en su aprendizaje.
3. Si tu hijo tiene que leer, tú también ponte a leer junto a él, si tiene que aprender matemáticas, muéstrale cómo haces cuentas cuando vas al súper o al mercado. Así él podrá ver que las lecciones le servirán un día y mejorará su ánimo por aprender.
4. Ayúdalo a manejar la frustración, es normal que cuando algo no les salga a la primera lleguen a exigirse demasiado o dejar la tarea a la mitad. No lo regañes, explícale que es algo normal, invítalo a tomar un descanso para retomar de nuevo la actividad.
5. Cuidado con los regalos y darle “sorpresas” si termina su tarea, pues lo tomará como algo que debe hacer por conseguir un reconocimiento y no como parte del proceso de aprendizaje y su responsabilidad. Hazle saber en las cosas que ha mejorado y elogia su esfuerzo por aprender.
Mantente cerca cuando esté haciendo tarea por si necesitan ayuda, pero no intervengas en todo, es mejor que ellos aprendan con prueba y error.