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9 consejos para formar lectores de por vida

Publicado: 6 de Noviembre 2019
Criando con consciencia
Foto: IG @ chasingthesummerfields
Foto: IG @ chasingthesummerfields

Los libros le abren mundos nuevos a los niños, mejoran su rendimiento escolar y su vocabulario, y como papá o mamá, puedes guiarlo a través de este maravilloso hábito con ayuda de estos consejos.

Enseña con el ejemplo.

Que tus hijos te vean leyendo es la mejor manera de enseñarles que se trata de una actividad disfrutable. 

Busca libros de temas que le interesen a tu hijo.

Hoy por hoy existen libros de casi todos los temas: desde novelas de superheroínas, hasta biografías de futbolistas, pasando por libros de cocina y ciencia. 

Incluye en tu rutina diaria un tiempo de lectura en voz alta.

No importa si tu hijo tiene 2 o 10 años, leer en voz alta es una de las actividades claves para formar lectores de por vida, y tiene el beneficio adicional de ser una gran forma de conectar con tus hijos. 

Revistas y cómics también forman lectores.

No sólo las novelas y cuentos crean lectores. Los cómics y las revistas son excelentes puertas de entrada al mundo de la lectura.

Busca autores o series que les gusten a tus hijos.

Una vez que encuentres un libro o autor que les gusta, utilízalo como puerta de entrada a otros libros del mismo autor o en la misma colección.  

Da tiempos para leer.

Todos tenemos muchas responsabilidades y cosas que hacer, por lo que es importante apartar un tiempo un par de veces a la semana para leer en familia.  

Elige libros adecuados al nivel de lectura.

Cuando los libros son demasiado difíciles o fáciles los niños se desmotivan fácilmente.

El humor es tu mejor aliado.

Existen libros de humor o que cuestionan a los adultos, los cuales pueden ser una forma de motivar a niños mayores a disfrutar de los libros. 

Nunca obligues a los niños a leer.

La mejor manera de hacer que al niño deje de gustarle una actividad es obligándolo a hacerla. Si pone resistencia, prueba leerle tú en voz alta o tomar turnos leyendo uno y otro.  

 

Por Karen Zaltzman, coach en crianza

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