Que no te preocupe esto de tu hija

Nuestras niñas necesitan más que nunca una educación donde se les enseñe que pueden lograr lo que se propongan, que no necesitan un marido, ni ser madres para realizarse como mujeres.

Tengo una niña aguerrida, valiente, con un carácter fuerte que por otro lado es femenina y coqueta, que ama los animales y se preocupa cuando ve que otra persona está sufriendo, pero jamás la he visto débil, frágil ni sumisa, y espero nunca caer en el error de tratarla así.

No te preocupes si se va a casar, si tendrá hijos, si va a vestir de blanco en su boda, mejor preocúpate si va a tener una vida plena, donde pueda ser ella misma y con una pareja que la haga feliz decidan lo que decidan.

No pienses en darle unos quince años donde la presentes a la sociedad como señorita, ni ahorres para su boda o la casa donde vivirá con su marido, invierte ese dinero en su educación, mándala a estudiar a otro país, que aprenda idiomas, que conozca, nada le abrirá más los ojos que conocerse en otras condiciones de vida y esto al final la hará tomar mejores decisiones.

No la prepares para ser la mejor esposa, para cuidar niños, para atender a alguien más, enséñale a luchar por sus sueños, muéstrale que mantener un hogar limpio es por su bien y no por complacer a alguien, enséñale a ser buena con los demás sin que nadie pase por encima de sus deseos, enséñale a trabajar, a mostrar su inteligencia sin pena ni vergüenza.

Enséñale a llorar, a gritar, a enojarse, a tener rabia, a sentir decepción y angustia sin que se sienta débil, porque las mujeres somos sensibles y tenemos que abrazar ese poder que nos caracteriza, porque estas emociones que pueden ser muy intensas nos ayudan a enfrentarnos a situaciones difíciles de la mejor manera.

No le enseñes que debe verse bonita siempre, enséñale sobre autoestima y a aceptar las partes que no le gustan tanto pero que la hacen única, para que el día de mañana nadie le haga comentarios sobre su aspecto y la hagan sentir mal, para que ella sepa que es bonita con todos sus defectos, que se sienta bien con su propia piel y no tenga que cambiar para agradarle a los demás.

No te preocupes si tu hija se quedará sola, enséñale a quererse tanto y a sentirse acompañada en su propia presencia para que el día de mañana sus sueños y  planes estén siempre basados en sí misma y no en función de encontrar a alguien.