Cambian castigos por meditación en escuela y los resultados son sorprendentes
¿Cuántas veces has castigado a tu hijo por hacer un berrinche, por portarse mal o de plano no hacer lo que le pides?
Esta es una reacción que tienen muchos papás, pero, qué pasaría si te dijera que la meditación es más efectiva que los castigos.
Realmente no existe una fórmula mágica para criar a un niño, pero sí existen algunas técnicas y métodos respetuosos y sobre todo más efectivos, que radican en la comprensión de lo que siente tu hijo y que te ayudarán a entender el porqué de su comportamiento.
Un ejemplo increíble es lo que realiza la Robert W. Coleman Elementary School, en la ciudad de Baltimore. En esa escuela hay una regla muy simple: NO CASTIGAR A LOS NIÑOS.
En lugar de mandarlos al rincón, sacarlos al pasillo, quitarles los juguetes o pedirles otras cosas, a los niños se les trata con respeto y se les invita a meditar, Sí a MEDITAR.
La idea es enseñarles a ponerse en contacto con ellos mismos para que se autorregulen, es decir, desactiven el cerebro primitivo y mejorar la maduración de la autorregulación.
Pues sí, jamás hay que olvidar que es una personita que entiende y aprende del ejemplo. La clave para que lo haga es mostrarle cómo hacerlo y guiarlo en el proceso, despejar sus dudas y acompañarlo hasta que pueda hacerlo por sí mismo.
¡Dedica un espacio para que se enfoque!
Una buena idea para que el niño centre su atención es destinar un espacio cómodo que le permita sentarse a respirar, a meditar y a hablar.
En realidad, no necesitas gran cosa, este “oasis de calma” puede estar acondicionado con cojines, alfombras o sillones adaptados a su tamaño, pero lo importante es que esté disponible en todo momento, ya que no sabes en qué momento lo necesitará tu pequeño.
Y eso no significa que se la pase haciendo berrinches o portándose mal; lo mejor de este espacio es que el niño podrá ir cuando necesiten calmarse, pensar o aclarar algunas dudas.
La maravilla es que los niños estimulan su inteligencia emocional, es decir, aprenden a identificar lo que sienten y a canalizarlas de mejor manera. De cierta forma son pequeños resilientes, optimistas, exitosos a nivel académico gracias a una mayor concentración y con una mejor autoestima.
Aprende a guiarlo…
Existen técnicas de meditación para niños que son tan prácticas que simplemente las amarán.
1. El globo. Se trata de una meditación guiada donde se trabaja la respiración profunda. Primero el niño tiene que relajar su cuerpo mientras inhala profundamente y exhala lentamente por la nariz, dile que lo haga como si estuviera inflando un globo.
Puedes agregar más detalles como que piensen en un globo gigante de su color favorito, y que abran sus brazos para mostrar el tamaño de éste. Cuando esté lleno de aire, pídele que contenga la respiración unos minutos y diles que es momento de “tronar” el globo, picando suavemente con el dedo el ombligo, para sacar todo el aire.
2. Relajación guiada. Pídele a tu hijo que se siente o acueste de forma que esté cómodo y que cierre los ojos. Empiecen con respiraciones profundas y pídele que se enfoque en su pie derecho, que identifique cómo se siente, que abra y cierre los dedos durante dos respiraciones profundas. Luego cambia de pie y así sucesivamente con cada parte de su cuerpo.
Parece que valdría la pena intentarlo…
O ¿qué opinas tú?
Fuente: Revisado por Karen Zaltzman, Coach en crianza, Holistic Life Foundation y The Chopra Center
