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Focos rojos que sí deberían preocuparte del comportamiento de tus hijos

Publicado: 21 de Febrero 2019
Criando con consciencia
Foto IG: chasingthesummerfields
Foto IG: chasingthesummerfields

Cuando eres mamá hay demasiadas cosas por las que debes preocuparte, como si tus hijos están comiendo bien, duermen lo suficiente o son buenas personas.

La terapeuta infantil, Francyne Zeltser, se dedica a apoyar a los padres para que disfruten más la paternidad y se preocupen menos. Según la especialista, no hay una fórmula que seguir, ni reglas, ya que cada familia es diferente y todas tienen un estilo para educar.

Lo importante es priorizar y tener la confianza de que lo que estamos haciendo es lo mejor para nuestros niños.

Cosas de las que NO  deberías preocuparte, según la terapeuta:

Qué tipo de mamá eres y el rol que tienes.

Si eres una mamá que trabaja tiempo completo o solo medio día, eso no debería preocuparte. Ya que tus hijos aprenden de ti y del tiempo que no están contigo a ser más independientes y resilientes. El tiempo que pasas con ellos, así sea una hora o todo el día, es importante que les prestes atención y les des calidad de tiempo.

Si tu hijo está cumpliendo sus metas y objetivos.

Cada niño tiene su propio ritmo y van desarrollándose a su tiempo, no deberías preocuparte siempre y cuando los progresos que tengan sean comparados con ellos mismos y no con otros niños. Por ejemplo si cada día está aprendiendo cosas nuevas o va teniendo nuevos logros y no si el vecino ya caminó y él no.

Si te saltas partes de la rutina o haces cambios.

Muchos papás sienten que deben seguir estrictamente las rutinas con los niños, pero la realidad es que hay momentos donde les hace bien saltarse los horarios, como en las vacaciones o en ocasiones especiales como pijamadas en la casa de los abuelos. Los horarios siempre se pueden ajustar, se pueden dormir tarde o temprano y los berrinches un día se irán, pero desayunar helado el día de su cumpleaños es algo que los niños siempre recordarán.

Si los niños son delicados con la comida.

Siempre y cuando el pediatra no te haga observaciones sobre su peso y talla, no pelees con tus hijos por la comida. Es una etapa normal de los niños que sean un poco melindrosos, pero la realidad es que cuando tienen hambre siempre comen. Aquí lo que debes hacer es tener opciones de comida saludable y darles a elegir lo que todos están comiendo y otra cosa que tengas en el refri, incluso se vale darles lo que quedó de la comida de un día antes, dale dos o tres cosas en su plato para que pueda picar y no lo presiones, los niños terminan comiendo parte de su plato sin sentirse apurados por los papás y eso está bien.

Si tu hijo ve videos en el celular.

Según la terapeuta el tiempo ante las pantallas, siempre y cuando sea medido, monitoreado y regulado, no es malo, incluso puede ser muy útil para apoyar el aprendizaje de los niños cuando los papás nos involucramos y llegamos a enganchar con ellos y el contenido. Poner tiempo límite y cambiar de juego cuando el celular se va es una buena forma de restringir las pantallas. Hay aplicaciones que bloquean el teléfono y solo te permiten ver la aplicación que está abierta, y otras que te permiten medir el tiempo que los niños pasan con el aparato, así podrás medirlo mejor.

De lo que SÍ deberías preocuparte con tus hijos es:

Quiénes son los amigos de tu hijo.

Ya que no podemos estar dentro del aula ni ver lo que hacen durante el día, preocuparnos por sus amigos es importante pues es con quienes pasan una buena parte del tiempo. Tómate tu tiempo para conocerlos y enséñale a hacer buenos amigos. Puedes llevarlo a clases extracurriculares para que pueda conocer otros niños y haz citas de juegos con sus amigos de la escuela. No dudes en ayudarlo o sugerirle algo referente al comportamiento con sus amigos, por ejemplo si nunca juega a lo que él quiere y enséñale cómo pedirlo. Los juegos de rol le ayudarán a tomar el control de las situaciones y las actividades donde destaque a convertirse en un líder.

Si tu hijo es bueno y bondadoso con los demás.

Observar cómo se comportan tus hijos con los demás es importante para saber si son buenos con los demás. Muchas veces los niños llegan a ser groseros con los demás no porque así sean ellos, sino porque lo han visto en otros lados y repiten. Es importante enseñarles a respetar a los demás y hablar sobre el comportamiento de otros niños con ellos, analizar si fue bueno o malo para que ellos también puedan ser autocríticos. Enseña sobre empatía, puede que alguien no le caiga bien y eso está bien, pero aún así tiene que ser amable; enséñalos que a veces las personas solo tienen un mal día, por lo tanto su comportamiento no es contra ellos.

Si la escuela que elegiste es la mejor para ellos.

Cuando se trata de su educación hay muchas opciones a elegir depende del estilo de crianza, de la situación económica y de la cercanía. Pero hay algo muy cierto, tienes que involucrarte, conocer hasta los baños de los maestros y siempre ante cualquier duda o situación que te tenga intranquila, pedir una cita, hablar con las personas correctas o de plano hacer un cambio. No hay reglas escritas en piedra, pero tú tienes el balón en tu cancha cuando de su educación se trata, así que haz uso de tu poder para saber si la escuela es lo mejor para tu hijo y si él está feliz ahí.

Si tu hijo es feliz.

La vida está llena de altibajos por lo tanto con los niños pasa lo mismo. No se trata de saber si son felices en ciertos momentos porque esa felicidad es pasajera, se trata de saber si tu hijo, a pesar de los momentos malos, es feliz en su entorno, en sus actividades, con sus juegos, en su casa, siendo él mismo. Si tu hijo tiene periodos de estrés constante, si se preocupa por demasiadas cosas, si de pronto le duele la cabeza o el estómago sin que necesariamente sea algo médico, puede ser que esté pasando por una situación difícil y hay que cambiar rutinas, hablar con él al respecto, hacer cambios o pedir ayuda en caso de que sea necesario, pues pequeños problemas que podrían no notarse, llegan a ser mayores con el tiempo.

Priorizar estas cosas en la crianza de tus hijos te permitirá enfocarte en lo que realmente es necesario, preocuparte menos y estresarte lo mínimo. Ser papás es estresante y no son los únicos en el mundo con eso en la mente, apóyate de tu red de gente y no dudes en pedir ayuda.

 

 

Fuente: Francyne Zeltser, psicóloga infantil.

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