Lo que calla la primera generación, la segunda lo carga en el cuerpo
La frase milenaria que se le atribuye tiene mucha razón, “quien no conoce su historia está condenado a repetirla” y lo mismo pasa en los sistemas familiares. Lo que hagamos hoy, lo que hicieron nuestras abuelas,nuestras nietas y sus hijas lo vivirán.
Anne Ancelin Schützenberger, la psicóloga rusa lo ha estudiado a fondo: “Los duelos no hechos, las lágrimas no derramadas, los secretos de familia, las identificaciones inconscientes y lealtades familiares invisibles” pasean sobre los hijos y los descendientes.
Dicen que lo que calla la primera generación la segunda lo lleva en el cuerpo. Cuántas veces nos hemos encontrado con historias ocultas en nuestras familias. Hijos que jamás fueron reconocidos, infidelidades, abortos, enfermedades, todos estos secretos pueden traspasar generaciones y afectar a los descendientes ya sea con enfermedades familiares, patrones de conducta repetitivos, con contratos de lealtad que más que hacerlas felices las condena a una vida miserable y siempre con la mala herencia por que la verdad se ha ocultado.
Somos energía y ésta puede trascender. Si vemos que los sistemas familiares son como albercas enormes donde todo se comparte, la energía también. Lo que vivió alguna tía puede afectar de alguna forma a tu hija, y así con otros parientes.
Es por eso que es muy importante conocer el pasado, perdonar los errores y trabajar ese cúmulo de información, ya no desde un punto de víctima, sino de hacer consciencia, superar y comenzar de nuevo para curar a las siguientes generaciones.
Nosotras podemos hacer ese cambio familiar importante, tomando conciencia de que somos los mismos repitiéndonos y hasta que no sanemos esas heridas se seguirán presentando. La única forma de sanarlo es dándole luz a los hechos recuperando la verdad.
Podemos ser ese eslabón roto en la cadena para cambiar las cosas con amor y respeto a nuestros ancestros. Hoy como madre puedes liberar a tus nietas de los secretos y fluir.
Podemos liberarlas de hacer contratos inconscientes al sistema familiar. Cuando en casa las mujeres son madres solteras, las nuevas mujeres que llegan hacen el mismo contrato, para ser leales a su sistema. Lo mismo sucede con los hombres, con las profesiones, con los secretos que no se hablan, con los engaños y los vacíos.
Al liberar la información podemos ofrecerles un mejor futuro sin temor al qué dirán. Las familias no son perfectas y cuesta mucho afrontar que pudo existir alguien cruel, alguien que engaño, que pudo matar a otro, que hubo abortos, cárcel, enfermedades mentales, suicidios, robo, adicciones, abandono, desvalorización, desamor y demás.
Pero si nos hacemos conscientes de que podemos repetir esto si no lo perdonamos, si no encontramos la luz a estos secretos y los dejamos ir, podremos salir de este linaje turbio y comenzar una nueva historia familiar.
Dicen que siempre hay una oveja negra que viene a romper con los paradigmas y a revelarse contra el sistema. Tienes la libertad de hacerlo, pues así podrás darle luz a tu árbol genealógico y recuperar lo mejor de él.
Porque mereces ser libre, y tus hijos también. Así que hoy libérate de las cargas pesadas, de las enfermedades que atacan a tu familia, del tener y perder, y atrévete a enfrentar lo que más miedo te da, como un acto de rebeldía para las siguientes generaciones.