El poder de la mirada: La importancia de hacer contacto visual con tu bebé
Todos hemos sentido lo poderoso que es mirar a alguien más a los ojos… para el desarrollo social y emocional de los bebés, también lo es.
Desde mucho tiempo antes de que comience a hablar, tu bebé ya tiene otros medios de comunicación e interacción contigo y con el entorno. A través de sus sentidos, él va conociendo el mundo, conociéndote a ti y conociéndose a él mismo.
En especial, el sentido de la vista es muy poderoso y aunque no está completamente desarrollado al nacer, a través de este puedes formar el vínculo.
Algunos puntos importantes sobre el desarrollo de la vista de tu bebé:
- Un bebé recién nacido puede reconocer expresiones faciales a una distancia de 30 centímetros, que generalmente es la distancia entre sus ojos y los de alguien más cuando lo están cargando o dando de comer. Alternarlo de lado al alimentarlo, fortalecerá ambos ojos.
- Al principio, los bebés ven en blanco y negro. Los patrones geométricos en colores contrastantes con son muy atractivos.
- Aunque normalmente un bebé logra establecer contacto visual directo entre las 6 y 8 semanas de edad, hasta los 3 meses es considerado normal.
- Alrededor de los 3 meses, tu bebé probablemente podrá seguir objetos que se mueven con la mirada, también, intentará agarrarlos. Ya ve mejor de cerca.
- A los 5 meses, el bebé comienza a ver las cosas con profundidad, es decir, en tercera dimensión. Podrá identificar qué objetos están más cerca. También, comenzará a ver colores.
- La coordinación ojo-mano se desarrolla a lo largo del primer año. El gateo ayuda a desarrollarla.
- El juego, pasar tiempo en el piso, los cuentos y la manipulación de diferentes objetos ayudan a desarrollar su visión.
El contacto visual es importante ya que ayuda a:
- Establecer una conexión emocional.
Los ojos transmiten todas esas emociones que muchas veces no podemos expresar.
A través de tu mirada, tu bebé se sentirá querido, sentirá confianza, seguridad y se sentirán conectados. Él se ve a sí mismo en tus ojos y así comienza a conocer el mundo.
- Fortalecer el vínculo y apego .
El contacto visual, la voz y el tocar a tu bebé ayudan a fortalecer el vínculo.
Al mirar a los ojos de tu bebé, poco a poco él logrará reconocerte e identificar caras familiares.
- Es una manera de comunicación y apoyar su desarrollo social.
Con las sonrisas, expresiones, gestos y otras maneras de comunicación no verbal, tu bebé va aprendiendo sobre los sentimientos y estados de ánimo de los demás.
Con la mirada, él podrá iniciar la interacción y responder a los intentos de comunicación de los demás. Este ciclo de comunicación de “hablar” y “escuchar” es muy importante y crea una sincronía con el bebé.
Verás que poco a poco él comenzará a imitar tus gestos y expresarte sus sentimientos, por ejemplo, al sonreírle, él aprenderá y sonreirá de regreso.
- Desarrollo de lenguaje.
Cuando el bebé y su cuidador observan al mismo objeto, y el cuidador lo nombra, él puede hacer una asociación entre la imagen y la palabra, así desarrollando vocabulario.
- Facilita la percepción espacial y coordinación ojo-mano.
Los objetos que se mueven, como los móviles, los sonajeros o juguetes que llamen su atención pueden ayudar a que aprenda a seguirlos con la mirada y después, intente tomarlos.
Algunas cosas que puedes hacer para fomentar el contacto visual son:
- No esperes una mirada prolongada y atenta desde el principio. Esta se va fortaleciendo y va poco a poco. Los primeros meses la distancia adecuada es de 25-50 cm.
- Aprovecha cuando tu bebé te mire, por ejemplo al alimentarlo o cambiarle el pañal, y velo a los ojos. Habla con él, canta y sonríe. Intenta no apartar la mirada antes que él.
- No hay que forzar la interacción. Los momentos en los que el bebé está alerta, feliz y calmado son los más significativos.
- Leer cuentos, ponerlo frente a un espejo, jugar con él, acariciarlo y cantar son actividades que ofrecen oportunidades de establecer contacto visual.
- Recuerda que si tu bebé voltea o evita la mirada, quizá está cansado y sobre estimulado, y no necesariamente es desinterés o rechazo.