Ahora que soy mamá, me gustaría que me cuidaran también
Parece que un día me desperté y de repente toda la gente a mi alrededor necesitaba todo de mí. Déjenme les enseño algunas formas en las que me gustaría que cuidaran de mí, porque ahora que soy mamá también necesito de los demás.
Me encanta saber que mis pequeños y mi esposo dependen de mí para casi todo, siento que siempre estuvo en mis venas esa vocación de cuidar de alguien, porque en verdad disfruto mucho ser mamá.
Pero también hay días en los que me siento abandonada, en los que todos los esfuerzos que hago pasan desapercibidos y eso me hace sentir como si no le importara a nadie más que a mis hijos que me piden de comer o que le ponga su canción favorita.
Es por eso que decidí bajar algunas ideas para que las personas a mi alrededor, como mi esposo, mis papás, mis amigos y hasta mi jefe, sepan de qué manera pueden hacerme sentir importante.
A mi esposo:
Quiero saber que notas todo lo que hago. Quiero que me digas que sabes todo el esfuerzo que hago y que lo aprecias, como cuidar a nuestros hijos, llevarlos todos los días a la escuela o cuando me quedo hasta media noche arreglando sus cosas del día siguiente.
Quiero que me escuches cuando sienta que el mundo se me viene abajo, porque necesito saber que tengo tu apoyo, que me sostienes incluso cuando sólo se traten de mis bajones hormonales, porque necesito seguridad en esta familia y tú eres un pilar muy importante.
A mis papás:
Ustedes me entienden mejor que nadie, porque aún después de tantos años siguen cuidando de mí, por favor no lo dejen de hacer. Aunque yo ya tenga mi propia familia me hace sentir bien saber que ustedes siguen siendo mi apoyo y que cualquier cosa que salga mal, en ustedes puedo volver a empezar. Necesito que me digan lo bien que estoy criando a mis hijos, porque lo aprendí de ustedes.
A mis amigas:
No sé qué haría sin ustedes, me hacen salir de mi vida caótica y llena de juguetes en el suelo, de rutinas y de platicar todo el día con alguien que ni siquiera sabe como me llamo y a duras penas dice mamá. Por favor no me dejen de invitar a sus fiestas, a sus reuniones, aunque no pueda ir, porque eso me hace sentir que todavía soy parte de sus vidas a pesar de que me la pase ocupada con la mía. Necesito esos tiempos con ustedes, para conectar, para sentirme más como yo misma.
A mi jefe:
Necesito que entiendas que amo mi trabajo y es una parte importante de mi vida, pero jamás estará por encima de mis hijos porque ellos serán mi prioridad número 1. Habrá días en los que esté como un zombie por no dormir, y otros en lo que tendré que trabajar desde casa o salirme temprano porque mi bebé se enfermó. Quiero saber que tengo tu apoyo, porque seré mucho más dedicada y una mejor empleada si me siento entendida y soportada por ti y todos los demás como una mamá profesionista.
Y a todos los demás, cuando vean a una mamá luchando contra un niño de 3 años porque no quiere caminar, ponerse los zapatos o hacer cualquier cosa que ella le esté pidiendo, no juzguen. La maternidad es dura y no necesitamos hacer más duro esto entre nosotros.
No somos perfectas y no pretendemos serlo, porque no se puede, sé que un día lo entenderán.