Historia de una heroína: Mujer policía amamanta a bebé malnutrido en hospital
Cuando eres mamá se despierta un instinto de protección que no importa si los niños son tuyos o no, simplemente quieres protegerlos y cuidarlos. Algo similar le ocurrió a una mujer policía, que no dudó en amamantar a un pequeño que así lo necesitaba.
Celeste Ayala, oficial de policía en Buenos Aires, tuvo un gran acto heroico de su parte. No, no atrapó a ningún delincuente ni otra actividad relacionada con su trabajo; simplemente alimentó con su leche materna a un bebé que tenía mucha hambre en un hospital de esta ciudad.
Foto: Facebook Marcos Heredia
Marcos Heredia, compañero de la policía y testigo de todo este acto de amor lo hizo público a través de una fotografía que se volvió viral, acompañada del siguiente texto:
" Quiero hacer público este gran gesto de amor que tuviste hoy con ese bebito, que sin conocerlo no dudaste y por un momento cumpliste cómo si fueras su madre , no te importo LA MUGRE Y EL OLOR como los señores profesionales del hospital manifestaban. Cosas así no se ven todos los días .Hoy 14 de agosto día de la mujer policía te pasaste compañera."
Puede parecer algo sin importancia para algunos, pero para este bebé hambriento fue un acto de amor y cuidado. El pequeño, que padecía un caso grave de desnutrición, estaba en el Hospital Infantil Hermana María Ludovica esperando su turno para ser revisado y llevado a una casa hogar.
La oficial notó que el bebé lloraba desesperado con la mano en la boca, simplemente necesitaba alimento y consuelo; sin dudarlo, pidió permiso, lo cargó y lo empezó a alimentar y consolar.
La policía aseguró que le “rompió el alma” verlo así. Ella es madre y entiende perfecto la desesperación del bebé, por lo que pide a todos sensibilizarse más en estos temas para proteger a los niños y crear un mundo mejor para ellos.
¿Tú qué hubieras hecho en lugar de la policía?, ¿te habrías ofrecido a alimentar al bebé aun cuando no fuera tuyo?
A veces tenemos que poner atención en las necesidades de nuestros semejantes, sobre todo de los niños, quienes con un simple abrazo, beso o un poco de leche materna, sentirán que existe el amor.
