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Ser una mamá presente es más que estar físicamente con tus hijos

Publicado: 13 de Julio 2018
Criando con consciencia
Foto: Twenty20
Foto: Twenty20

Algunas amigas me han dicho que ellas se consideran mamás presentes porque están todo el día con ellos; sin importar si están lavando, limpiando la casa, mandando mensajes por el celular o viendo sus redes sociales…

Para ellas lo que realmente vale es “estar a lado de sus hijos”.

Sin embargo, ser una mamá presente va más allá de estar 24 horas con tus hijos, es darle el 100% de tu atención y realmente identificar las necesidades de tus pequeños.

En un estudio publicado en el Journal  of Marriage and Family se aclara que lo que vale no es la cantidad de tiempo que pasas con tu hijo, sino la calidad.

Es decir, es estar presente física y mentalmente con ellos.

No ponerles atención a lo que dicen, a su comportamiento o a lo que hacen aunque estés  horas pegada a ellos, es como si estuvieras ausente. Y esto a la larga afecta a los pequeños, pues recuerda que aprenden con el ejemplo.

Entonces, ¿qué se debe hacer para ser una mamá presente? No necesitas mil cosas, ni 24 horas de un día, sólo debes poner en práctica alguno de estos consejos:

Olvidarte de tu celular.

¿Alguna vez tus hijos te han dicho: deja tu celular o te lo han quitado de las manos? Sí, a veces necesitas desconectarte un poco, pero cuando juegues o platiques con tus pequeños, deja de revisar la pantalla de tu celular y concéntrate en lo que te piden o en lo que estás haciendo.

Conecta con tus hijos.

Utiliza diferentes momentos del día para conectar con tus hijos, para verlos a los ojos, apapacharlos, tocarlos. Procura que sea un momento fijo del día.

Es más importante tener esta rutina a que se vayan perfectamente peinados. Los niños necesitan conexión constante; es decir, pasar uno o dos momentos junto a tus peques pero de enorme calidad.

Reconoce su esfuerzo.

Halaga a tus pequeños cuando logren algo, pero debe salir de tu corazón. También diles y demuéstrales todo el amor que les tienes. Esto les ayudará a elevar su autoestima y confianza.

Platiquen.

Pregunta cómo se sienten o cómo les fue en un determinado lugar, pero realmente escúchalos. A veces puedes preguntarles, pero tu pensamiento está en otro lado mientras hablan. Una forma de que ellos se den cuenta que realmente estás poniendo atención es comentar o hacer más preguntas relacionadas con el tema de conversación.

Cumple las reglas.

En ocasiones por estar ocupada haciendo otras cosas ignoras el comportamiento de tus hijos, pero si alguno de ellos no respeta lo acordado, haz una pausa y habla con él o con ellos. Lo importante es que sepan que siempre cumplirás las reglas o límites que estableces todo el tiempo.

Realiza alguna actividad que te guste.

Ya sea leer, escuchar música, ver tu programa favorito o escribir sobre lo que pasa en tu día a día. De esta manera reducirás el estrés y estarás de mejor humor para disfrutar el tiempo con tus pequeños.

Involúcralos en las tareas del hogar.

Pide que tiendan su cama, que te ayuden a cocinar o que levanten sus juguetes. A través de todas estas actividades les ayudas a ser responsables, pasas tiempo con ellos y les enseñas muchas cosas para su futuro.

El amor importa.

Muestra tu cariño y amor; abrázalos, bésalos, apapáchalos. El contacto físico les ayuda a sentirse seguros, protegidos y amados.

Ser una mamá o un papá presente es básico para que los niños estén saludables física, mental y emocionalmente. Muchas veces puedes culparte de que no estás mucho tiempo con tus hijos; pero el poco o mucho tiempo que estés con ellos trata que sea de calidad.

Fuente: Journal  of Marriage and Family

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