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No obligues a tus hijos a comer. Esto es lo que ocurre cuando lo haces

Publicado: 5 de Febrero 2018
Alimentación y sueño
Photo: @burtsbrisplease
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¡No te levantas hasta que te acabes todo! ¡Sólo una más y ya! ¡No vas a jugar si no te terminas toda la comida!

Son frases que usan las mamás para obligar a comer a sus hijos, pensando que es por su bien.

Sin embargo, más que ayudarlos los podemos perjudicar de diferentes maneras a nivel físico y psicológico.

El uso del chantaje emocional, de los premios y castigos con la comida, es un error pedagógico y un error nutricional que causa que los niños sufran:

  1. Ansiedad
  2. Sobrepeso
  3. Baja autoestima
  4. Falta de confianza respecto a sus emociones y a su entorno familiar, social y  académico
  5. Rechazo a ciertos alimentos

Para evitar estas consecuencias negativas, los papás deben entender que el cuerpo es muy sabio y el de los pequeños no es la excepción. Los niños tienen la capacidad de distinguir cuando tienen o no hambre, cuánto deben comer y cuándo parar o a qué velocidad hacerlo.

Estas son algunas sugerencias para propiciar la buena alimentación de los niños:

  • Poner pequeñas cantidades de un alimento nuevo de forma repetida.
  • Dar ejemplo de conductas alimentarias saludables.
  • Implicar a los niños en la preparación de los alimentos.
  • Presentar las comidas de maneras atractivas
  • Ofrecer los alimentos sin obligar, sin perder la paciencia y sin inquietarnos.
  • Mantener su estómago vacío de caprichos antes de las comidas, no llenarlo de comida chatarra y dulces
  • Darles opciones en la mesa. Presentar unos alimentos que les gusten y otros que les gusten menos, para que puedan elegir, e intentar que coman un poco de todos.
  • Apagar la televisión y sentarse a comer con ellos, en familia y sin distracciones.
  • Durante la comida, mantener conversaciones distintas al hecho de hacerle comer.

Además, es válido que en algunas etapas los pequeños se muestren satisfechos con poca comida, mientras que en otras hasta quieren devorarse lo que tienen a su alrededor.

Por eso, lo único que se puede hacer como mamá o papá es promover un ambiente relajado y agradable mientras comen juntos, así como respetar sus decisiones para que tenga una buena salud física y emocional.

Con información de www.consumer.es Fuente: Universidad del País Vasco, España

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