Mamá de cesárea: Eres hermosa, fuerte y valiente. que nadie te diga lo contrario.
Vida de mamá
Mujer: quizás no era la forma en que lo tenías planeado en tu cabeza, quizás te imaginabas que conocerías a tu bebé en un hermoso parto natural. Y a veces cuando nos cambian repentinamente los planes puede resultarnos difícil. Y tú mujer valiente, has encontrado una forma de dejar ir tu orgullo y tu deseo de control y te has conectado con una maravillosa fuerza interior que nace desde lo más fondo de tu ser y que te permite entrar en esa sala de operación.
Foto: @pinterest/flickr
Y dentro de la sala, una dolorosa cirugía con cortes y suturas reales se lleva a cabo, la recuperación completa tomará tiempo y aunque la mayoría de la gente tardaría meses en recuperarse, y lo pasarían acostados comiendo helado y viendo películas sin moverse, TÚ, mamá con cesárea, no descansas, te activas y escondes tu dolor para cuidar y atender a tu precioso bebé. Las mamás de cesáreas son unas fuertes guerreras. Son física y emocionalmente fuertes. Y esta fuerza no solo se ve en la sala de maternidad, sino en las semanas y meses siguientes en los que sus cuerpos y almas se recuperan mientras cargan en sus brazos a sus bebés. Ser mamá nos deja a TODAS con cicatrices. Algunas son emocionales, otras son físicas. Esas cicatrices nos recuerdan la hermosa fortaleza que tuvimos para traer a nuestros hijos al mundo, esas cicatrices son la puerta por la que nuestros hijos cruzaron de un mundo al otro. Tus cicatrices son hermosas y merecen ser celebradas.Así que en lugar de cubrir nuestras cicatrices de cesáreas con pena, debemos mostrarlas al mundo con valentía y orgullo.
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