7 básicos de la crianza respetuosa que TODOS deberíamos conocer
Estos son los recordatorios básicos sobre Crianza respetuosa, disciplina y parentalidad positiva que todo padre debería estar incluyendo a la hora de criar hijos.
Foto: IG/bannortoys
1. Las "malas conductas" son mensajes.
Detrás de todo “mal comportamiento” hay una emoción o una necesidad que no está pudiendo ser comunicada de mejor manera y que necesita ser vista, traducida y respondida.
2. Los niños nos necesitan para aprender a autorregularse.
Los niños, sobre todo en la preescolaridad, experimentan sus emociones de manera muy intensa y no cuentan todavía con la madurez cerebral necesaria para poder regularse por sí mismos. Por eso, necesitan de un adulto empático y emocionalmente más maduro que ellos, que pueda poner en palabras lo que ellos están expresando con conductas, ayudarles a volver a la calma y a ir encontrando mejores maneras de expresarse.
Castigar, ignorar, gritar o golpear a un niño durante un berrinche/desbordamiento emocional NO le ayuda a desarrollar las habilidades de autorregulación ni de empatía, por lo tanto NO son estrategias recomendables.
Empatizar con el niño, y ayudarle a reconocer, validar y verbalizar la emoción SÍ son estrategias adecuadas y con implicaciones positivas a corto, mediano y largo plazo en el desarrollo socioemocional del niño.
3. Conexión antes que corrección:
Validar la emoción no significa validar la conducta, pero para poder enseñar a los niños alternativas adecuadas para expresar sus necesidades y emociones, tenemos que necesariamente pasar por reconocer y validar sus emociones.
Es especialmente en los peores momentos de los niños donde más necesitamos poner esfuerzo para mantener la conexión y reiterar nuestro amor incondicional. Condicionar el amor a cuando los niños se portan bien diciendo cosas como “no me gustas/no te quiero cuando haces berrinche, no me gustas/no te quiero cuando te portas así” deriva en niños más “enojones” y explosivos o en niños inhibidos y complacientes, que a final de cuentas no aprenden una correcta gestión de sus emociones.
4. La parentalidad es un aprendizaje.
Nadie nace sabiendo ser padres o madres, y nadie puede hacerlo perfecto, pero sí que podemos ir aprendiendo cada vez más para poder hacerlo mejor.
5. La crianza es una responsabilidad colectiva.
La crianza es una de las tareas más difíciles a la que puede enfrentarse un ser humano, y es una función al servicio de la especie, por lo tanto, no es una responsabilidad individual (de los padres) sino una responsabilidad colectiva. Necesitamos transformarnos en comunidades sensibles que lejos de juzgar a los padres y dificultarles más la tarea de la crianza, los apoyemos en esta compleja y fundamental travesía.“Se necesita una aldea para criar a un niño.” –Proverbio Africano-
6. Criar es enseñar habilidades para la vida.
La finalidad de las estrategias de crianza debe ir más allá del simple control de la conducta (corto plazo) para centrarse en ayudar a los niños a desarrollar habilidades para la vida (largo plazo).
7. La crianza respetuosa es como el bambú.
La crianza respetuosa y positiva es como el bambú, que durante sus primeros siete años puede parecer que no está pasando nada, pero la realidad es que por dentro está pasando todo: sus raíces crecen largas y profundas, para que cuando la planta crezca, pueda doblarse ante el viento sin romperse. Por Mariana Gomes de Vínculos y Crianza Respetuosa