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Compartir las muñecas permite a tus hijos entender valores de forma divertida

Publicado: 20 de Noviembre 2019
Juegos
Foto: Naran Xadul
Foto: Naran Xadul

Jugar con muñecas va más allá de la diversión; puede convertirse en la mejor herramienta para que tanto niñas como niños entiendan su entorno, y reflejen su realidad, sus valores, lo que sienten y lo que piensan.

 

 

De acuerdo con un estudio realizado por el Minnesota Children’s Museum, los niños necesitan construir entornos seguros donde puedan poner a prueba todo lo que aprenden diariamente, y esto es fácil de hacer con ayuda de las muñecas.

 

 

Al jugar con las muñecas pueden ver el mundo desde otra perspectiva, aprenden a compartir, desarrollan empatía y estrategias para establecer relaciones sociales y resolución de problemas, como se muestra en el siguiente video.

 

 

 

 

¿Qué pasa cuando no quieren compartir?

 

 

Un estudio publicado en la revista Neuron revela que los niños no saben compartir, no porque sean groseros, sino porque aún no tienen desarrollado su centro de control de impulsividad en el cerebro.

 

 

Por esta razón no debemos OBLIGARLOS a compartir, porque sólo los confundiría, mejor ENSEÑEMOS a hacerlo con otras estrategias como poner el ejemplo nosotros mismos.

 

 

También muéstrale que puede ser más divertido porque no perderá sus cosas ni tendrá que renunciar a ellas, sino que ganará más juego e interacción con otros niños.

 

 

¿Qué pasa con la comprensión de valores?

 

 

Karen Zaltzman, pedagoga y coach en crianza, señala que los niños de cuatro años ya entienden los conceptos de lo que es justo o injusto, pero todavía lo confunden y lo ven desde su propia perspectiva.

 

 

Es decir, aún les cuesta trabajo “ponerse en los zapatos del otro”; identifican lo que los demás sienten, pero les es difícil pensar en cómo resolver la situación y ayudar.

 

 

Esta etapa se supera con el tiempo, por lo que como papás debemos ser pacientes y “darle tiempo al tiempo”; y en lugar de castigar a los niños por no compartir, enseñemos herramientas que los conviertan en seres empáticos capaces de cuidarse los unos a los otros.

 

 

Por cierto, no olvides que los pequeños imaginan y reflejan el mundo de los adultos de acuerdo a su punto de vista y con el juego puedes conocerlos más de lo que te imaginas.

 

 

 

 

Fuente: Minnesota Children’s Museum

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