Los niños necesitan juguetes simples, según los pediatras
Pediatras recomiendan que los mejores juguetes para el desarrollo de los niños son los más simples y básicos.
Sí, la Asociación Americana de Pediatría acaba de publicar en su sitio oficial una lista de los mejores juguetes que ayudan en el desarrollo de los niños, y es sorprendente que casi no hay ninguno con pilas y mucho menos pantallas.
Los expertos afirman que los mejores juguetes para aprender son lo que te regresan a lo básico, los más simples como: cubos, bloques, pelotas y muñecas.
Y a pesar de que hoy en día cada vez hay más juguetes llenos de sonidos, luces y tecnología, éstos no son más educativos.
“La investigación nos dice que los mejores juguetes no tienen que ser llamativos o caros, o venir con una aplicación, en este caso lo simple es lo mejor”, menciona Aleeya Healey, autora principal de la investigación.
Los niños pequeños necesitan juguetes que les ayuden a comprender el mundo y el sistema de reglas con el que vivimos, juegos que les ayuden a desarrollar sus habilidades sociales y a solucionar problemas, así como a conocer mejor su cuerpo y estar en movimiento.
Mientras que los simples los ayudan a desarrollar todo esto, los autores de la investigación aseguran que las pantallas o juguetes electrónicos, pueden aislar a los niños y hacerlos inactivos.
Otra parte importante es que los papás puedan involucrarse con el juego, que interactúen y jueguen a fingir que son parte del mundo imaginario que están inventando, es algo que las tabletas no te permiten hacer, la verdadera magia surge de compartir el juego con los demás, ya sea con sus hermanos o sus papás.
Estos son los mejores juguetes para el desarrollo de los niños, según la AAP: muñecas y figuras de acción, cocinas, comidita, carros, bloques, rompecabezas, trenes, juegos de arte, juegos de cartas, de mesa, letras de juguete, bicicletas, balones y juegos de botones.
Y estos son los que no se recomiendan: tabletas, pantallas, juegos electrónicos, teléfonos, laptops, juguetes con luces y sonidos, y aquellos que puedan sustituir la relación con los humanos, como un peluche que lea historias.
Una razón más para dejar de sobrestimular a los niños y darles experiencias cargadas de aprendizajes.
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Fuente: pediatrics.aappublications.org