¿Qué haces tú que provoca que tu hijo se porte mal?
No hay niño perfecto. Todos los peques se portan mal en distintos momentos y ante diversas situaciones. Así como no hay hijo perfecto, tampoco hay papás perfectos. Es importante comprender esto para no frustrarse de más, para ser más tolerantes y para probar alternativas que puedan cambiar o mejorar el comportamiento de los niños…y también el de los adultos.
Algunas cosas que puedes estar haciendo que predisponen el mal comportamiento de tu hijo son:
1. Tus expectativas son muy altas.
Es normal tener expectativas para los hijos, esperar que las cumplan y frustrarse cuando no sucede lo que esperabas. Pero muchas veces estas expectativas no están basadas en el hijo real, ni en la situación actual ni en las características, habilidades o necesidades de cada niño.
Pregúntate: ¿Si mi hijo ya hizo lo mismo tantas veces, el problema no será la regla o tarea en sí? Si la respuesta es “sí”, intenta ajustar tus expectativas.
Si tú estableces una expectativa altísima, puedes predisponer tu frustración y estar condicionando el fracaso de tu niño. Por esto es importante que tus expectativas sean realistas, justas y apropiadas a la edad y etapa de desarrollo de tu niño.
Si ajustas o replanteas tus expectativas, evitarás que tu niño fracase o te decepcione, y así serás más flexible y tolerante.
2. No anticipas sus necesidades
Sí, tu niño está aprendiendo, desarrollando tolerancia a la frustración y practicando su capacidad de demora. Aun así, él es pequeño, no sabe identificar sus emociones ni se expresa muy bien.
Si tiene hambre o es su hora de siesta, claro que estará inquieto e irritable. Es normal que no pueda sentarse o estar quieto por ratos largos, y que quiera correr o jugar. Si lleva todo el día en diferentes actividades y han ido de lugar a lugar, claro que estará cansado y sobre estimulado.
Conociendo a tu niño y anticipando sus necesidades, podrás prevenir berrinches y mal comportamiento.
3. Eres su espejo: tú moldeas su comportamiento
Los niños aprenden por imitación, tanto lo bueno como lo malo. Ellos observan, escuchan y están atentos a lo que hacen las personas a su alrededor , en especial, a lo que haces tú.
No puedes esperar que tu hijo haga lo que tú no haces, o viceversa. Si tú gritas, él gritará. Si tú dices groserías, él lo aprenderá. Si siempre usas el celular a la hora de la comida, él lo querrá usar.
No tienes que ser perfecto y puedes cometer errores: estas también son valiosas oportunidades de aprendizaje. Aprovecha y explícale a tu niño la importancia de disculparse, de asumir errores y ser responsable de uno mismo.
4. No le prestas suficiente atención
Quizás estás distraída, estás respondiendo mensajes o simplemente estás cansada u ocupada. Aun así, él necesita que le prestes atención y que pases tiempo con él. Procura que ese rato sea de calidad, que es más importante que la cantidad. Aunque sea por unos períodos cortos, intenta estar realmente con él e involúcrate en la actividad que estén haciendo.
Así como notas su mal comportamiento y sus errores, intenta notar su buen comportamiento y sus aciertos. Él aprenderá que también te das cuenta de lo que hace bien y que no tiene que portarse mal para llamar tu atención.
Recuerda:
No tienes que ser perfecto y puedes cometer errores, lo importante es que te des cuenta, lo asumas y puedas ayudar a tu peque.