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Establece límites y evita berrinches. La manera correcta según esta especialista

Publicado: 18 de Mayo 2019
Criando con consciencia
Foto: IG @jennvercammen
Foto: IG @jennvercammen

Criar a un pequeño ser humano no es nada fácil, y menos cuando se trata de establecer límites. Justo en ese momento es cuando surgen millones de dudas: ¿cómo hacer que funcionen?, ¿qué tipo de límites son los que se necesitan?, etc, etc.

Es un camino largo, pero cuando los límites son claros y el niño los entiende, ten por seguro que no los pondrá a prueba ni luchará para evitarlos. Pero, ¿cómo lograrlo?

1. Los límites más importantes son aquellos que tienen que ver con la seguridad del niño, las personas y los objetos que los rodean; por lo tanto, tienen que ser constantes sin importar el momento o situación.

2. Acompaña los límites con opciones, es decir, que escoja cuál es la alternativa segura o correcta. Por ejemplo: “No puedes pegarle a tu hermanito, pídele con voz firme que te regrese tu pelota o pídeme ayuda”

3. Reconoce los sentimientos de tu hijo y sé empático. Por ejemplo, si tu hijo está enojado, dale la oportunidad de que te explique sus razones.

4. Controla tus emociones. Es normal que al principio se resistan un poco y puedas sentirte frustrada o te desesperes, así que cuando sientas que vas a explotar, da la media vuelta y respira hasta que logres recuperar la calma.

5. Crea rutinas para que se sienta seguro, reduzca el estrés y mejore su comportamiento. Cuando se establecen los límites en un ambiente de rutinas, es más fácil que los respete.

6. Sé claro cuando establezcas los límites y sé consistente, es decir, tu postura debe ser firme pero cálida.

7. Enséñale a expresar sus opiniones y necesidades de una manera agradable y respetuosa.

8. Cuida que los límites vayan de acuerdo a su desarrollo y edad.

¡Cambia los castigos por consecuencias naturales!

De acuerdo con la psicoterapeuta Linda Esposito, que escribe en Psychology Today, la disciplina es la estructura que le ayuda a los niños a entender su entorno y a encajar en el mundo.

“Los niños suelen portarse mejor si tienen límites claros y consistentes, en lugar de castigos o amenazas”.

Una forma para que los niños entiendan el porqué de los límites, es que les expliques las consecuencias naturales que habrá si no los respetan.

Las consecuencias naturales no son impuestas y el reto es permitir que nuestros hijos las experimenten sin sobreprotección. Por ejemplo: "Si no comes tendrás hambre más tarde",  "si no te quieres poner suéter vas a sentir frío". 

No olvides transmitir confianza y seguridad al pequeño durante el proceso, así harás que se sienta más libre y tranquilo, por lo que pueden enfocarse en cosas más importantes de su desarrollo como jugar, socializar y aprender que entablar una lucha contra la disciplina.

Fuente: Janet Lansbury y Psychology Today

Información verificada por Karen Zaltzman, Coach de crianza.

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