¿Por qué no debes obligar a tus hijos a compartir?
Como adultos se nos hace tan fácil decirle a nuestros hijos que compartan lo que están usando, cuando otro niño se los pide (o exige) y nos enojamos con ellos cuando se niegan a hacerlo.
En cambio, cuando nosotros estamos usando algo como nuestro celular y alguien se acerca a nosotros y nos lo pide, ¿se lo daríamos porque tenemos que ser compartidos? Lo más seguro es que no, incluso le diríamos que TAL VEZ cuando lo terminemos de usar. Entonces, ¿por qué exigimos algo que nosotros mismos no haríamos?
De acuerdo con María Montessori en su libro “The Secret of Childhood”, nunca hay que decirle a los niños que deben compartir algo que están usando, debido a que el niño está trabajando para alcanzar su perfección personal.
“Los pequeños son muy productivos cuando trabajan solos y sin interrupciones. Durante el juego, el cerebro de los niños realiza mil conexiones para desarrollarse y entender todo lo que le rodea”.
Por esta razón, si vemos a nuestro hijo entretenido con algo y le exigimos que lo de a alguien más, lo único que estamos haciendo es interrumpir ese aprendizaje. Lo ideal es que el otro niño espere a que se deje de usar el juguete o el objeto para usarlo.
El acto de compartir no se debe forzar nunca, porque solo generará sentimientos de resentimiento y posesividad. Es decir, los objetos ya no tendrán el fin lúdico o de aprendizaje, sino se convierten en cosas para tener.
Con el tiempo nos daremos cuenta que nuestros hijos compartirán las cosas con los demás por sí mismos, sin necesidad de pedírselos. Y al no exigirle a nuestros hijos, no lo estamos haciendo mal educado, al contrario, le estamos enseñando el respeto a los demás y a TOMAR TURNOS.
Sí, tomar turnos. Si alguien está usando algo, lo que debe hacer es esperar hasta que se termine de usar antes de agarrarlo porque no está disponible; y mientras, el pequeño puede realizar otra actividad o tomar algún objeto que no esté en uso.