Deja que tus hijos elijan la cantidad y tú la calidad de lo que comen
“Acábate tu plato”, “si no te acabas tu plato no te levantas de la mesa”, son frases que se nos hacen conocidas porque nosotros crecimos así. Nuestros padres insistían en que “comiéramos bien” para estar sanos y fuertes.
Sin embargo, esta creencia de que los niños deben comer grandes platos de comida (aún cuando ya no quieren más) es errónea y es momento de acabar con ella, por nuestro bien y el de nuestros hijos.
De acuerdo con Yemi Caltum, licenciada en nutrición, es momento de poner en práctica la división de responsabilidades: los niños eligen la cantidad y los papás la calidad de los alimentos. Es decir, los papás somos totalmente responsables de:
1. La calidad de alimentos que les vamos a dar a nuestros hijos; cuidar que se incluyan los grupos de alimentos como granos integrales, proteínas, vegetales, frutas, aceites saludables y lácteos.
2. Definir horarios en que se consumirán los alimentos como la hora del desayuno, comida y cena, así como el momento en que se realizarán las colaciones.
3. Establecer el lugar donde se comerá, lo ideal es que sea en una mesa para evitar accidentes y para que los pequeños distingan que cuando se encuentren en ese lugar (comedor o la cocina) es momento de comer.
En tanto, los niños son totalmente responsables de:
- Decidir si prueban o no un alimento.
- Decidir si comen o no un alimento.
- Decidir cuánto comen en cada comida.
Es decir, los niños van a determinar la cantidad que necesitan cada día, por lo que evitemos forzar a los niños a comer los alimentos.
Yemi Caltum señala que los niños están mucho más conectados con sus sensaciones y emociones y eso les ayuda a tener muy claro cuándo necesitan comer, cuánto necesitan tomar, en qué momento necesitan más fruta o más proteína.
Incluso, cuando observamos a nuestros hijos nos podemos dar cuenta que hay días que comen muchísimo, o días en que comen mucha carne, que tienen más apetito y días que a lo mejor comen más frutas o verduras, y todo estos comportamientos son normales porque forman parte de su desarrollo.
Por esta razón necesitamos respetar y al mismo tiempo fomentar que los niños mantengan esta conexión con su cuerpo, que muchas veces nosotros como adultos ya perdimos, porque crecimos con las frases que mencionamos antes como: “acábate tu plato”, “si no te acabas tu plato no te levantas de la mesa” y esto no tendría que ser así.
Vamos a educar a los niños para que tengan una relación sana con la comida y que la disfruten; que la mesa no sea un momento de pleito. Vamos a evitar el estrés para que cuando nos sentemos en la mesa podamos convivir y disfrutar entre todos.
¿Cómo saber si mi hijo está comiendo bien?
Para esas ocasiones en que como papás o mamás nos quedamos preocupados porque no quiso comer más, es necesario tener en cuenta que las porciones ideales para los pequeños son las siguientes:
- Para los bebés de 6 a 12 meses se recomienda una cucharada de cada alimento.
- Para el toddler se recomienda 1-2 cucharadas de cada alimento por cada año de edad.
Es decir, si mi hijo tiene dos años le puedo servir dos cucharaditas de arroz, dos cucharaditas de carne y alguna opción de carbohidrato con su aguacate.
La cantidad que necesitan los niños es menor de lo que nosotros como papás creemos que necesitan comer.
Y sí, va a haber días en que van a querer comer más y otros comer menos y es normal. Sólo recordemos que los niños están más conectados con su cuerpo y que la alimentación de los niños la tenemos que ver a largo plazo para entender cómo va su crecimiento y su alimentación, así como para saber qué le está faltando.
Fuente: Yemi Caltum, Licenciada en Nutrición.
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