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Todo esto le pasó a mi cuerpo después del parto. Me hubiera gustado que alguien me lo dijera

Publicado: 3 de Octubre 2022
Vida de mamá
Foto: Envato
Foto: Envato

Mientras estaba embarazada llovían los consejos sobre dormir más, cómo preparar la maleta del hospital, cómo lavar la ropa del bebé y mil cosas más, pero las cosas que realmente me ayudarían a entender todo lo que pasaría con mi cuerpo después del parto, nunca me lo dijeron.

 

Fue hasta que tuve a mi bebé en brazos cuando llegaron todos esos cambios, esos que te agarran de sorpresa y los enfrentas de golpe, porque es como si caminaras en la oscuridad. Pienso que, si alguien me hubiera dicho a lo que me enfrentaría, mi posparto hubiera sido menos pesado. 

 

Por ejemplo, nadie me dijo que mis senos estarían muy sensibles y que me dolerían al tocarlos; o que crecerían y se pondrían duros por la cantidad de leche que producirían, y que sentiría alivio cada vez que alimentaba a mi bebé o me extraía la leche para almacenarla.

 

Tampoco me dijeron que mi cuerpo tardaría en acomodarse, que mis órganos regresarían poco a poco a su lugar y, a veces el estreñimiento sería un visitante doloroso, sobre todo si las hemorroides hicieron su aparición, pero lo que me ayudó con esto fue comer alimentos ricos en fibra.

 

Por cierto, nunca imaginé todos los cambios vaginales que tendría, yo pensaba que una vez que naciera mi bebé, todo regresaría a su tamaño normal y sí me advirtieron sobre el sangrado abundante después del parto, y que el flujo vaginal seguiría hasta hacerse más claro (con un color amarillento o blanco) hasta desaparecer después de algunas semanas, algunas veces hasta los 40 días después del nacimiento.

 

Pero nunca me dijeron que todos estos cambios hormonales del posparto provocarían una disminución de mis niveles de estrógeno, y por ende, ocasionarían sequedad, irritación y picazón en mi zona íntima. 

 

Aún recuerdo lo incómoda que me sentía y lo único que deseaba era que desaparecieran todos esos malestares, hasta la ropa interior me molestaba porque mi piel estaba más sensible.

 

Me habían platicado sobre lo incómodo de la episiotomía, pequeño corte entre la vagina y el recto, pero en mi caso sentí el malestar del corte en la parte baja del abdomen por la cesárea, la cual me ocasionaba comezón y molestia por la resequedad de la piel. 

 

Pero lo que me ayudó mucho fue usar los protectores Diarios ProSkin® Care, con extracto de avena y vitamina E, porque me ayudaron a humectar, suavizar y calmar las molestias en mi piel. Los sentí tan cómodos y amigables con mi piel, que se volvieron mis consentidos.

 

Es un tip muy sencillo que te puede cambiar por completo la comodidad de tu día a día porque también dan la seguridad de que sin importar el flujo, estás protegida en todo momento.

 

Foto: Naran Xadul

 

Y otra cosa de la que nadie te habla es los cambios emocionales que se viven en el postparto. Se supone que tener un bebé nos haría sentir magníficamente. Pero para algunas, los sentimientos de felicidad se mezclaron con la tristeza justo cuando nos entregaron a ese bebé en nuestros brazos. Los expertos creen que esa tristeza es causada por todas las hormonas que se desatan en el cuerpo justo tras el embarazo. Quizás como yo, te sientas irritable y llores mucho, quizás esto te haga sentir culpable porque no entiendas cómo no puedes solo sentirte feliz y agradecida por haber tenido a ese bebé. Pero no dejes que la culpa te atrape, este sentimiento de tristeza puede durar entre 3 y 5 días después del nacimiento. Pero a los 10 días después del parto, esa tristeza debería desaparecer. Si no desaparece, busca ayuda profesional.

 

Otra cosa que sentí después del parto fueron contracciones en mi vientre mientras amamantaba, ahora sé que son los famosos entuertos; sólo es cuestión de mantener la calma, ya que desaparecerán después de algunos días.

 

Me asusté muchísimo cuando pasaba los dedos por mi cabello y era como si me hubiera arrancado un buen mechón, y ni qué decir del que quedaba en la regadera… o de la línea oscura que atravesaba mi vientre y que pensé que jamás desparecería, pero, saben qué… esto pasa, la línea desaparece y el cabello ya no se cae tanto.

 

Una última cosa curiosa que me pasó fue que mi talla de zapato aumentó, mis zapatos de antes del embarazo me apretaban, pensé que podía ser la retención de líquidos, pero en realidad el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos dice que el peso adicional que ganamos durante el embarazo, impacta en los ligamentos y huesos lo que repercute en el aumento de la talla del pie.

 

Lo sé, son muchos cambios que jamás imaginamos, pero de lo que sí estoy segura es que todo siempre es mejor y sientes que vale la pena cuando volteas a ver a tu bebé, y todo ese amor recorre cada centímetro de tu cuerpo.

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