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Por favor, ¡no me juzgues! Estoy ejerciendo mi maternidad lo mejor que puedo

Publicado: 11 de Noviembre 2019
Vida de mamá
Foto: IG @eliana_montoya
Foto: IG @eliana_montoya

Cuando me veas paseando a mi chiquito en su carriola viendo el celular, no me juzgues.No estoy desinteresada en lo que hace mi bebe, estoy disfrutando, de la única forma en la que ahorita me es posible, un poco de tiempo para mí. 

 

 

Lleva sus nueve meses con reflujo oculto que le acaban de detectar, por lo cual nueve meses ha llorando sin parar día y noche. No he dormido en todo ese tiempo.  

 

 

Hoy me desperté desde las 5 am y no he parado. Mi chiquito está en la edad en la que todo agarra, todo se mete a la boca, y todo trata de trepar. Mi atención en lo que hace es constante al grado de que se me olvidó cepillarme el cabello el día de hoy. 

 

 

Ya cambié 5 pañales, di de comer 3 veces, lo lleve a estimulación temprana y lo dormí en mis brazos para que durmiera la siesta un poco más de tiempo. 

 

 

Durante su siesta, tenía pensado descansar un rato, pero se me durmió el brazo y me dolía mucho. No tenía nada a la mano para distraerme así que traté de cerrar mis ojos pero lo único que pensaba era en todo lo que tenía que hacer para el trabajo. 

 

 

Mi niño se despertó de mal humor de su siesta, nunca entendí si algo le dolía o si simplemente, como nosotros los adultos, se despertó así. Sin embargo me preocupe, y estuve más alerta de lo normal para ver si algo estaba mal. 

 

 

Al momento que tú me viste paseando en el parque llevaba 13 horas despierta, exhausta, ya que duermo en promedio 5 horas seguidas por noche, y estaba aprovechando ese paseo para distraerme. Distraerme con cosas banales y absurdas, pero gozando esos minutos de distracción.

 

 

No me juzgues cuando me veas en el teléfono. Puedo escuchar cualquier necesidad que tiene mi chiquito y ahorita, está seguro en la carriola, ya comió, ya le cambié el pañal y es nuestra salida del día. 

 

 

Aunque no lo parezca, estoy disfrutando un poco de tiempo para mí. En lugar de juzgarme, échame una sonrisa... puede ser que eso me haga sentir mucho mejor de lo que imaginas.

 

 

 

Por: Raquel Caspi Miller

Síguela en @psicologia.transpersonal

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