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Mi mujer interna, la que nunca se asoma, está en depresión 

Publicado: 16 de Enero 2021
Vida de mamá
Foto: IG @thefrenchfolk
Foto: IG @thefrenchfolk

El 2019 había sido un año sumamente difícil, estaba en una espiral de depresión, ansiedad, negatividad y miedo, por no decir que era una víctima de mi propia vida. 

 

Había decidido que el 2020 sería mejor, pero realmente no lo fue, como a muchas personas, el encierro me llevó hasta mis más oscuros lugares, regresé a momentos de mi infancia donde no había estado en decenas de años y lloraba todo el tiempo. 

 

No me sentía capaz de cumplir lo básico conmigo misma, al parecer, eso del amor propio y el autocuidado no venía incluído en mi paquete de educación y crianza cuando llegué a este mundo.  

 

Tuve que reconocer que estaba en depresión, con una ansiedad inmensa en la que salir de mi casa me causaba terror. Claro que nadie se daba cuenta, porque no lo decía, pero cada vez que salía de casa, las manos me sudaban, lloraba en los trayectos y en mi mente solo había escenas catastróficas y oraciones en loop interminable. 

 

Mi papel como mamá era lo único suficiente, mientras más me esforzaba por ser la mejor mamá, mi parte de mujer se enterraba más, pensando que así debía ser o que algún día todo se iba a acomodar, pero las cosas no caen como piezas de rompecabezas por arte de magia, se van armando desde hoy. 

 

Me cuesta mucho decir esto porque, hay miles de familias luchando para salir adelante, otras que se quedaron sin trabajo, en duelos por los seres queridos que se han ido gracias a este bicho, y yo, desde mi privilegio, decir que lo único que me ha pasado es que tengo depresión, me hace sentir que en realidad soy afortunada. 

 

Pero no es así, la rutina es agotadora, hay días que quiero estar sola, otras veces no puedo ni levantarme, sigo buscando motivos para despertar cada día y estoy en terapia. 

 

Eso a veces me hace sentir una mala madre, y pienso más en la carga de la maternidad que en las bendiciones, lo que me regresa de nuevo a un estado de culpa. 

 

Creo que es necesario hablarlo, saber que, aunque el mundo esté en una crisis, lo que te pasa a ti también es importante, y que la depresión no es cualquier cosa, requiere atención profesional, aunque sientas que no vale la pena o “no es para tanto”. 

 

Todos los días intento buscar motivos para levantarme de la cama y empezar un nuevo día, aunque parezca que siempre es el mismo, anoto mis tareas en mi agenda, y aunque a veces solo logro tachar una de las cosas de mi lista, no me juzgo y pienso que hice un gran esfuerzo. 

 

No estás sola, se puede salir de esto, hay muchas herramientas que pueden ayudarte a salir adelante, busca terapia, pide ayuda, para que esa mujer que has dejado en el olvido, vuelva a asomarse con toda la luz que tiene para dar. 

 

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