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Cosas que me ayudaron a sentirme menos abrumada con la maternidad

Publicado: 14 de Diciembre 2021
Vida de mamá
Foto: Twenty20
Foto: Twenty20

La idea de que no somos una madre lo suficientemente buena, representa una gran carga en nuestros hombros, causándonos estrés, ansiedad, depresión y dudas sobre si estamos o no haciendo lo correcto.

 

Y precisamente todo esto que es parte de la maternidad, nos hace sentirnos abrumadas y nos distrae de lo que es realmente importante: olvidarnos del qué dirán para confiar en nuestro instinto y disfrutar a nuestros hijos.

 

Lo sé, es un reto que debemos trabajar cada día, porque aún tenemos que encargarnos de la casa, de nuestras labores profesionales, de preparar comida, de ver las necesidades de nuestros hijos y las propias y la lista es interminable. Pero, afortunadamente existen cosas que nos ayudan a tener un respiro.

 

Practicar el porteo.

 

Tener a nuestros bebés cerca de nosotros de forma segura con ayuda de un fular, dejará las manos despejadas, así podemos hacer esas cosas pendientes que tenemos en casa, mientras seguimos estableciendo vínculo con nuestros hijos al tenerlos cerquita de nosotras.

 

Uso de ropa cómoda.

 

Si nosotras nos sentimos cómodas, eso lo transmitiremos a nuestro bebé. Existen prendas que facilitan la lactancia, que son frescas y que permiten que tengamos movimiento libre para atender las necesidades de nuestros hijos. 

 

Tener aliados en la cocina.

 

Así como muchas veces pedimos a domicilio algún platillo para no tener que cocinar, existen opciones como las papillas Heinz que pueden convertirse en aliados porque ayudan a simplificar la tarea de la preparación de la comida o snacks de los pequeños de la casa, para pasar más tiempo con ellos. 

 

Incluso sus empaques ayudan un montón cuando necesitamos salir de casa ya que son muy fáciles de llevar.

 

Foto: Naran Xadul

Foto: Naran Xadul

 

Cuna tipo colecho.

 

Fue una de las cosas que agradezco hasta ahora, ya que gracias a ella se facilita la lactancia, sobre todo en las noches, estrechamos vínculos con nuestros hijos y ellos se sienten más seguros, por lo que duermen mejor (y nosotras también).

 

Tener una tribu.

 

A veces pensamos que todo lo podemos hacer y que somos súper mamás que no necesitan ayuda, pero en realidad no lo somos. Lo mejor es aceptar la ayuda que nos ofrezcan, pero sobre todo, crear una red en la que podamos apoyarnos, desahogarnos y compartir experiencias que enriquezcan nuestra maternidad.

 

Existen mil cosas más que nos ayudan a facilitar este viaje lleno de altas y bajas, pero sin duda, confiar en nuestro instinto es lo mejor que podemos hacer tanto para nuestros hijos como para nosotras mismas. Escuchemos y hagamos caso de esa pequeña vocecita interna que pocas veces se equivoca.  

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