Publicidad

Las fiestas infantiles de ahora, reflexiones de un papá tras las fiesta de su hija

Publicado: 7 de Febrero 2020
Vida de papá
Foto: IG @fifo.dad
Foto: IG @fifo.dad

Cuando yo era niño, las fiestas de cumpleaños consistían en un pastel que hacía tu mamá, te dejaban chupar las herramientas de elaboración y venían 5 primos o amigos a jugar y cantar las mañanitas. Tal vez colgaban algunos globos en el comedor, y los invitados te veían abrir tu regalo de cumpleaños, para después jugar con él. Partir la piñata y comer gelatina.

 

¿En qué momento cambió la concepción de lo que son las fiestas de cumpleaños? ¿Cuándo se volvieron una especie de boda infantil?

 

Juliana cumplió 3 años el mes pasado. Durante la fiesta, vi a mi esposa corriendo de un lado a otro, sin hablar más de 5 minutos con ninguno de los 50 invitados. Mi hija jugó con sus dos amigos de siempre, sin hacerle caso a los otros 40 niños que corrían por ahí. La abuela, que vino desde Guadalajara, no tuvo oportunidad de estar ni con la hija ni con la nieta. 

 

Y el presupuesto de la fiesta, a mi parecer, fue algo fuera de proporción. Algo muy lejano a esas fiestas de cumpleaños que tuve de pequeño. 

 

Juliana recibió 40 regalos, ha pasado un mes y, hoy todavía no le hace caso a ninguno. ¿Por qué hacemos estas fiestas? ¿Qué le estamos “enseñando” a nuestros hijos?

 

 

Entiendo y comparto el deseo de celebrar la vida de nuestro pequeño, pero ¿es realmente necesario gastarse una pequeña fortuna? ¿Realmente lo hacemos para ellos?

 

Creo que las fiestas infantiles, como muchas cosas, se han vuelto un tema de estatus social y de competencia entre los papás. Es algo enfermo y dista mucho de lo que quieren o necesitan los niños.

 

¡Claro que Juliana quería su fiesta! Ha ido, durante todo el año, a las fiestas impresionantes de sus amigos y esperaba con mucha ilusión la fecha de la suya. 

 

Sin embargo, unos días después, en el día exacto de su cumpleaños, ella horneó el pastel con su tía, fuimos a casa de sus primos, cantamos las mañanitas y abrió un regalo de sus papás. Si le preguntas, ella la pasó igual de feliz en ambos eventos. 

 

En la foto de la fiesta con sus primos, nos vemos solo los tres, Juliana abrazada de sus papás soplando la vela de su pastel.

 

La verdad, es con esta foto que voy a recordar cuando mi hijita cumplió 3 años.

 

 

Por Juan Carlos Melgar para Naran Xadul

Publicidad
Publicidad
Publicidad