Mamá, gracias por tu amor, protección y sacrificios
Ahora entiendo todo y me doy cuenta de todo lo que has hecho para mí desde el día en que nací, y sabes... no me queda más que agradecerte y decirte que te admiro, te respeto y te amo con toda mi alma.
Ahora que soy mamá comprendo lo que significa esa hermosa palabra, me doy cuenta de todos los sacrificios que hiciste para que siempre estuviera bien y no me faltara nada; no me refiero solo a lo material, sino al apoyo que siempre he tenido y he sentido contigo.
Has sido mi mejor amiga de toda la vida, sé que si necesito un consejo, un abrazo o solo permanecer en silencio, puedo recurrir a ti y siempre sabrás qué hacer para hacerme sentir mejor.
Basta con que me mires a los ojos para saber que no estoy bien, y mágicamente sabes qué palabras necesito en ese momento. A ti no puedo ocultarte nada, me conoces tan bien…
Ahora que alguien depende de mí y que está bajo mi responsabilidad me doy cuenta de todo lo que implica: pasar noches sin dormir cuando está enfermo, de alimentarlo o de cambiar el pañal…
Pero no sólo es eso, también debo seguir tu gran ejemplo para darle todo el amor y protección que tú me diste y me convirtió en la persona que soy.
En esta etapa de mamá me ayudas a entender que no me debe estresar que la casa no esté impecable o que la ropa sucia se desborde de la cesta, sino lo que realmente importa es darle a ese bebé los cuidados que merece.
Eres tan comprensiva que entiendes y aclaras todas mis dudas, llegas a casa con mi comida preferida para darme ánimos y consentirme también a mi.
Pero sabes qué es lo mejor… que todo ese amor que me has dado a mí, ahora lo das y lo demuestras al amor de mi vida: Mi hijo, tu nieto.
Realmente siento que no existen palabras para agradecerte todas las cosas tan sorprendentes que haces como mamá; por dejar a lado cosas que disfrutabas para cuidar a mis hermanos y a mí, y por hacer hasta lo imposible para que siempre estemos bien, aun cuando ya todos somos adultos.
