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¿Cuánto tiempo debería tu hijo usar la tecnología? (para que no se haga adicto)

Publicado: 20 de Julio 2021
Estimulación y juego
Foto: IG @julimonsalveblog
Foto: IG @julimonsalveblog

Cuando no somos padres es muy fácil criticar a aquellos que le dan a sus hijos la tablet o el celular para que se entretengan; pero, cuando estás del otro lado y tu hijo está más inquieto que de costumbre, no dudas en sacar esa “salvación tecnológica”. Y es aquí cuando los papás se preguntan: ¿Cómo usar la tecnología correctamente para los niños? 

 

De acuerdo con la American Academy Pediatrics (AAP), los padres pueden usar la tecnología a su favor siempre y cuando sus pequeños tengan más de 18 meses, de lo contrario, lo mejor es mantenerlos alejados. 

 

En cuanto al tiempo de exposición, para niños mayores de 18 meses, lo ideal es mostrarles unos minutos contenido de alta calidad y verlo siempre acompañados de un adulto para que pueda explicarle lo que están viendo y mantener una interacción. 

 

Sin embargo, el tiempo que los niños de entre dos y cinco años pueden pasar frente a una tablet, celular, computadora o televisión es de una hora al día; lo más recomendable es que lo vean junto a sus papás.

 

En cuanto a los niños mayores de seis años, se deben establecer límites coherentes de tiempo y de contenido, de modo que el uso de la tecnología no impacte de forma negativa el tiempo de juego, sueño, actividades físicas o educación.

 

Otros momentos en que se puede usar la tecnología es mientras los niños van en el carro, para evitar que papá o mamá se distraigan del volante con algún berrinche o travesura del pequeño. 

 

¡Crea tu plan familiar!

 

Justo con ese tema de cuándo, dónde y cómo usar la tecnología con los niños, otra de las recomendaciones de la AAP es crear un plan familiar de tiempo de exposición a las pantallas; si bien es cierto que actualmente ya no se pueden mantener alejados de la tecnología:  

 

Sí se les puede enseñar a los niños un uso adecuado y así evitar la adicción.

 

Por ejemplo, se puede usar como medio de enseñanza, al usar aplicaciones educativas; como medio de distracción, siempre y cuando no reemplace sus actividades cotidianas como jugar, convivir y dormir adecuadamente.

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