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Una mamá en realidad necesita un año para recuperarse del parto, no sólo 40 días

Publicado: 4 de Septiembre 2018
Embarazo
Foto: IG @thesimplefolk_
Foto: IG @thesimplefolk_

Después del parto todos te dicen que estás en cuarentena y que no tienes que hacer movimientos bruscos durante estos 40 días, para que tu cuerpo se recupere del nacimiento de tu hijo, pero... ¡NO ES VERDAD!. En realidad necesitas... ¡UN AÑO!

Investigadores de la Universidad de Salford, Inglaterra, detallan que la cuarentena es un mito; en realidad se necesitan 365 días –sí, UN AÑO- para que el cuerpo y la mente de la mamá se recuperen por completo después de tener a su hijo.

Así que esos 84 días que se otorgan (en el área laboral o instituciones médicas) para que la mamá esté lista para el parto y se recupere junto a su bebé después del nacimiento, son una fantasía.  

¡No son suficientes para regresar a su vida normal y “hacer como si nada hubiera pasado”!

¿Por qué un año? Esos 365 días se requieren para que la mamá se recupere tanto física como mentalmente de todo el proceso tan demandante que representan el embarazo y el parto –independientemente si fue natural o cesárea–.

Incluso, en la investigación se aclara que las mamás deberían pasar más tiempo en el hospital –y no salir el mismo día que nace el hijo o tres días después de una cesárea–.

No, no es para que estén sin moverse, sino para que aprendan a cuidar a su bebé, fortalezcan vínculos con él y estén supervisadas para que su salud (física y mental) esté en óptimas condiciones.

¿Has imaginado alguna vez cómo cambia el cuerpo de una mujer por y para dar vida?

Durante los nueve meses de embarazo el cuerpo y la mente de la mujer se transforma para dar vida, así que sus órganos se mueven de lugar y que la explosión hormonal hace que se sienta sensible, entre muchos otros cambios.

Pero el punto es que así como se tardó  esos  nueve  meses en transformarse, requiere ese mismo tiempo, o más aún, para recuperarse; sumando a esto el cuidado del bebé y otros hijos (en caso de que no sea el primero), la lactancia y la presión social de reincorporarse a sus actividades diarias ya sea en casa o en el ámbito laboral.

Esta presión de regresar de forma inmediata a hacer las cosas que antes se hacían con normalidad sólo afecta la salud física y emocional de la mamá, no solo a corto sino también a mediano y largo plazo, y una prueba de ello es la depresión postparto.

 

Fuente: Universidad de Salford

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