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Señales para saber si tienes un vínculo fuerte con tu hijo y formas para lograrlo

Publicado: 25 de Octubre 2022
Primeros meses
Foto: Envato
Foto: Envato

Cuando mi hija era más pequeña, siempre quería estar pegada a mí, me seguía a cualquier parte de la casa, incluso si yo me movía de una habitación a otra para acomodar cosas; al crecer, noté que ya no me seguía tanto, pero constantemente me pedía hacer algo juntas.

Recibí comentarios sobre que pasábamos mucho tiempo juntas y que eso le estaba haciendo daño. Sin embargo, yo nunca sentí que su preferencia hacia mí afectara su relación con otras personas, por lo que investigué qué podía estar sucediendo y si esto en verdad era algo malo para su desarrollo y habilidades sociales.

Lo que leí fue fascinante y te lo quiero contar. Sí, la conexión que tienes con tu hijo es tan importante, única y especial para ti como para él, ¿pero qué pensarías si te digo que el vínculo afectivo que existe entre padres e hijos es tan importante que determina la estabilidad emocional de los pequeños desde la infancia y hasta su vida adulta?

Si lo analizas, no suena descabellado pensar que las cosas que hacemos hoy resuenan en el futuro, especialmente tratándose de los niños. Por esta razón es necesario crear lazos saludables, pues no sólo impactarán en su vida, también su comportamiento social.

Bueno, ¿y cómo hacerlo? El primer paso es identificar si tu hijo y tú tienen un vínculo saludable y fuerte, o no. Si después de ver las señales, crees que no lo tienen, ¡no te preocupes! Existen muchas formas de crear, reforzar y fortalecer los lazos afectivos con mamá y papá. 

Empecemos por identificar las señales de que existe un vínculo seguro, fuerte y saludable:

  • 1.·Si algo le pasa, te busca para recibir consuelo. Aún teniendo cerca a otros seres queridos, como tíos o abuelos, te busca con la mirada y corre para acurrucarse en tus brazos, y aunque alguien más lo atienda, termina acercándose a ti.
  • 2.·Prefiere estar contigo. Esto no significa que no disfrute ir de visita con los abuelos, por ejemplo, pero si tiene que elegir, siempre serás su primera opción.
  • 3.·Le da gusto volverte a ver. Si por alguna razón tienes que salir sin él; si es muy pequeño, al regresar buscará tener contacto físico contigo puede ser dándote abrazos, besos o pidiéndote que lo cargues; si ya no es tan pequeño puede mostrarte algo que hizo en el día, pedirte jugar o ver una película juntos.
  • 4.·Aun estando en el mismo lugar, quiere estar cerquita de ti, y si te alejas es probable que se muestre ansioso, que sufra o llore, pero se reconforta rápidamente cuando vuelves. 
  • Si tu hijo no es tan pequeño podría querer platicar mucho o pedirte participación en sus actividades.
  • 5.·Se siente seguro para explorar de manera independiente cuando estás cerca  de él.

No importa si te sientes identificada con todas o pocas de las señales, lo bueno de los lazos afectivos es que tomando algunas acciones los puedes crear, reforzar o fortalecer. 

¿Cómo hacerlo?

  • Dedícale tiempo estando completamente presente, es decir, jugar en casa, pintar, armar un rompecabezas o ir al parque sin que estés viendo tu celular o la televisión. Saberse visto y escuchado es súper importante en esta etapa.
  • Realicen actividades juntos, inclúyelo a la hora de preparar la comida, puede ser preguntándole qué comida quiere ese día, pidiéndole que te pase algunos ingredientes o preparando juntos un postre. Los postres suelen crear una linda conexión con la infancia y cocinar juntos ayudará a que el vínculo entre ustedes sea más fuerte. Te recomiendo hacer recetas fáciles donde los niños puedan participar sin peligro; para que sea más facilito, te dejo aquí el sitio web de Galletas Marías Gamesa, donde encontrarás varias recetas deliciosas, rápidas y sencillas.
  • Ten contacto físico constante. Sería un error pensar que todas las mamás sentimos un poderoso deseo por abrazar siempre a nuestros chiquillos, ya que para algunas personas no es tan fácil expresar sus sentimientos. Los besos, abrazos y caricias son una expresión clara de amor, si te es difícil, puedes empezar dando un abrazo todos los días al despedirse o antes de dormir. Por el contrario, si eres de mucho contacto físico, ¡no te contengas! Tu hijo no se va malcriar ni a mimar, estas expresiones de amor crean y refuerzan vínculos.
  • Dedícale un día entero. Sí, es probable que pienses que pasan todos los días juntos, pero destinar un día para hacer algo que ambos disfruten sin tener que pensar en la tarea o acomodar la casa, es algo que necesitan hacer de vez en cuando. Pueden hacer un picnic, ir a algún museo, al parque o al cine.
  • Escucha con atención. Algunos niños suelen hablar mucho pero aunque no tengas ánimos de escuchar sus historias, intenta prestar atención con todos tus sentidos, es decir, sin ver tu teléfono, computadora o televisión.  Procura hacer contacto visual y mostrar interés haciéndole preguntas, al terminar lo que quiera decirte se habrá sentido escuchado.

Aunque no lo creas, si haces esto de forma regular, estarás construyendo un vínculo tan fuerte, que durante los años de adolescencia, tu hijo sabrá que puede contar contigo porque se siente visto y escuchado, sabiendo que hay amor en su familia y que mamá y papá están para ayudarlo.

 

Fuentes: Launchpadcounseling y Ahaparenting

 

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