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Qué siente tu hijo cuando no le haces caso por estar en el celular 

Publicado: 7 de Julio 2020
Criando con consciencia
Foto: IG @sheridaningalls
Foto: IG @sheridaningalls

A veces me pasa, que cuando estoy atendiendo mensajes del trabajo o leyendo mails en el celular, literal me desconecto del exterior y ni siquiera escucho si mi hija me está hablando. 

 

Mi esposo hasta tiene que meter su mano entre mi cara y el celular para que vuelva a la realidad y todo el tiempo me dice que cómo puedo no escuchar. Yo le echo la culpa al 'mommy brain', porque a partir del embarazo me cuesta muchísimo concentrarme y estar atenta a dos lugares a la vez.

 

He visto que yo no soy la única, de hecho esto se llama 'phubbing' o 'ningunfoneo', este término surgió en el 2009 cuando los smartphones comenzaron a entrometerse en las relaciones de las personas. 

 

Hoy en día ya está muy normalizado, ni siquiera nos damos cuenta que estar metidos en el celular todo el tiempo puede dañar a nuestros peques social y emocionalmente.

 

Los niños aprenden las habilidades socio emocionales a través de la presencia del adulto (es decir la atención), de ver a los ojos y de imitar conductas, por lo que cuando pasas todo tu tiempo en el celular dificultas que tu peque aprenda a leer la comunicación no verbal de los otros, así como a interactuar placentera y respetuosamente. 

 

Cuando hablas con otra persona esperas que te mire a los ojos y le ponga atención a lo que estás platicando, cuando alguien te ignora por estar en su celular no sólo estás siendo irrespetuoso, sino que también puede dejar un sentimiento de inseguridad o poca valoración hacia tu persona. 

 

Si como adultos esto nos afecta, imagínate a los niños, que su cerebro aún no termina de madurar y todavía no tienen una inteligencia emocional desarrollada.

 

Ellos sienten peor, mucho peor. Cuando te están contando algo, cuando te hablan más de tres veces y tú simplemente los ignoras. 

 

No solemos poner atención a esto pues lo hacemos de forma inconsciente, con las prisas por checar algo rapidito, porque tenemos que mandar algo del trabajo o porque tenemos ochocientos mensajes sin leer de los sesenta chats de la escuela. 

 

Así, ellos pueden sentir que no nos importan, que nuestro amor está condicionado al tiempo que nos sobra y que un aparato es más importante que su persona, lo que puede afectar su autoestima y la forma en la que se relacionarán con los demás en un futuro. 

 

Y además, fomentamos aún más el uso de pantallas. 

 

¿Qué podemos hacer? 

 

Si vas a ocuparte en el celular por que tienes algo de trabajo que mandar y no puede esperar, pide tiempo fuera en la familia, avísale a tu hijo que estarás ocupada por unos minutos. 

 

Si por el contrario no es algo tan urgente, deja todo si tu hijo te habla, míralo a los ojos, ponle atención.

 

No hay nada mejor para ellos que saber que siempre tendrán tu atención sin importar lo que estés haciendo.

 

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