Publicidad

Mi hijo varón también es cariñoso y tierno, y está bien

Publicado: 16 de Abril 2019
Criando con consciencia
Foto IG: burtsbrisplease
Foto IG: burtsbrisplease

Los niños también tienen sentimientos, también tienen ganas de llorar y pueden ver las cosas hermosas de la vida, esto no está limitado a un género, ni es propio de las niñas.

 

Los niño saben apreciar la belleza de una mariposa y les causa la misma ternura que a una niña un cachorro. Saben decir te amo con tanta euforia y lloran muy fuerte cuando algo les causa tristeza.

 

Esas son las bases de una inteligencia emocional que debemos preservar para su vida adulta, enseñarles que más allá de su rol de género, sus emociones son válidas y el amor y el afecto son importantes.

 

“Un niño no debe llorar”, “Llora como una niña”, “Eres débil si muestras tus emociones”, solo son limitaciones a lo que por naturaleza deben hacer, y nada tiene que ver con sus preferencias o su capacidad de afrontar dificultades, al contrario.

 

Los adultos de hoy todavía tienen dificultades para demostrar sus emociones y su afecto sin sentirse juzgados por la sociedad masculina, sin sentir que son vistos de otra forma o que esto signifique que tienen una preferencia sexual en particular.

 

Los niños merecen tener inteligencia emocional para poder tomar con sabiduría las adversidades, merecen no tener miedo de demostrar sus emociones, de llorar si eso les ayudará a sentirse mejor, y eso es importante hacerlo desde que son pequeños, sin tabúes, sin juicios. Sí, sus niveles de testosterona los hace ser más impulsivos y competitivos, pero también las niñas tienen testosterona en menor cantidad.

 

Y hay que entender varias cosas, los varones genéticamente no nacen más agresivos ni más fuertes. Se hacen así por los modelos de conducta con los que ha sido criado, esos donde les piden mostrar que son hombres limitando sus comportamientos, y nada es más tóxico y nocivo que eso.

 

Los varones deben ser educados con la misma cercanía intuición y afecto que una niña. Porque al nacer reconocen a su madre y a su padre, son sensibles a las emociones y al amor que reciben.

 

Los varones tienen la misma capacidad de ser empáticos y de conectar con los demás emocionalmente, de cuidar a alguien y de ser más afectuosos.

 

Pero si desde que son niños no se les permite expresarse de esta manera, crecerán reprimiendo lo que por naturaleza deben hacer, porque si caemos en el error de limitarlos, estaremos dando al mundo personas incompletas, inmaduras y muy infelices emocionalmente.

 

Publicidad
Publicidad
Publicidad